Warren Buffett de 89 años y Bill gates de 63 años, en varias ocasiones han encabezado la lista de los hombres más ricos del planeta. Si sumáramos sus fortunas, estaríamos hablando de casi $200.000 millones de dólares.
La amistad entre estos dos magnates comenzó el 5 de julio de 1991. Es decir, hace casi tres décadas.
El primer encuentro entre Bill gates y Warren Buffett fue gracias a la madre de Gates, que le pidió que se reuniera con un grupo de amigos entre los que se encontraba él. “Yo no quería ir. Le dije que estaba muy ocupado trabajando. Mi madre insistió en que Warren Buffett podría ser una persona interesante. Pero yo no estaba convencido”, explica el magnate. Llegó a decirle a su madre: “Mira, él sólo compra y vende papeles. Eso no es valor añadido de verdad. No creo que vayamos a tener mucho en común”.
Finalmente, la madre de Gates le convenció. Finalmente el encuentro entre ambos se prolongó mucho más de lo esperado. “Empezó a hacerme algunas preguntas sobre el negocio de software y por qué una pequeña compañía como Microsoft podría esperar competir con IBM (una de las inversiones de mayor duración de Buffett), y cuáles eran las habilidades requeridas y la valoración. Eran preguntas asombrosamente buenas que nunca nadie me había preguntado antes”. “De repente, nos perdimos en la conversación y pasaron horas y horas. No resultó ser un inversor grandilocuente. Tenía esa modesta forma de hablar sobre lo que hace. Era gracioso, pero lo que más me impresionó era lo claros que eran sus pensamientos sobre el mundo. Fue una profunda amistad desde nuestra primera conversación”, resume Bill Gates.
Esta estrecha relación se mantiene viva hasta la actualidad. En 2017 cuando ambos compartieron el escenario en una charla en la Universidad de Columbia, un estudiante preguntó: ”¿Hay alguna lección importante de vida que ustedes dos hayan aprendido sobre las relaciones a través de sus experiencias personales?”
“Bueno, es una pregunta muy importante. Te moverás en la dirección de las personas con las que te asocias”, respondió Buffett. “Por lo tanto, es importante asociarse con personas que son mejores que usted”.
“Básicamente, cuando llegues a mi edad, realmente medirás tu éxito en la vida por la cantidad de personas que quieres que te amen realmente te aman”, dijo en 2001 el octogenario durante un discurso en la Universidad de Georgia.
“Conozco personas que tienen mucho dinero, y reciben cenas testimoniales y alas de hospital que llevan su nombre. Pero la verdad es que nadie en el mundo los ama”, continuó Buffett. “Si llegas a mi edad en la vida y nadie piensa bien de ti, no me importa cuán grande sea tu cuenta bancaria, tu vida es un desastre. Esa es la prueba definitiva de cómo has vivido tu vida”.
En “Becoming Warren Buffett” un documental de 2017 de HBO, Warren Buffett dijo que le debe algunas de sus mejores cualidades a su primera esposa Susan. “Acabo de tener mucha, mucha, mucha suerte. Yo era una persona desproporcionada. Y tomó un tiempo, pero ella se quedó allí parada con una pequeña regadera y me alimentó y me cambió”, recordó. “Si llegas a mi edad en la vida y nadie piensa bien de ti, no me importa cuán grande sea tu cuenta bancaria: tu vida es un desastre” agregó.
La pareja nunca se divorció y a pesar que no tenían una relación marital, mantuvieron una cercanía amigable durante mucho tiempo, incluso ella ayudó a orquestar la relación de Buffett con Astrid Menks, con quien se casó en 2006, después de la muerte de Susan.
“Algunos amigos sacan lo mejor de ti, por lo que es bueno invertir en esas amistades. Realmente fue a través de Melinda y al ver a otras personas que me di cuenta, está bien, realmente vale la pena tener esas personas, ya que siempre estás ahí para ayudarlas y viceversa” declaró Bill Gates. “Somos muy afortunados porque la mayoría de las veces vemos las cosas de la misma manera. Nuestros objetivos son muy parecidos”.
La experiencia de Buffett con las amistades y el amor, es una prueba fehaciente de que las personas que permitimos entrar en nuestras vidas, quienes realmente nos aman y se preocupan por nosotros, son las que nos impulsan a vivir vidas exitosas, felices y significativas.
Los investigadores incluso han descubierto que las personas que tienen un sistema de apoyo sólido (amigos y compañeros de vida) tienen menos probabilidades de sufrir depresión y aislamiento social y por ende gozan de mayor calidad de vida. .
Estas importantes reflexiones pueden aplicarse para la mayoría de personas sin importar su condición económica. Somos seres humanos y tenemos un estrecho vínculo en común. El dinero no es felicidad, pero quienes nos rodean podrían llegar a ser pieza fundamental para alcanzarla.