Octopus es el nombre de la icónica embarcación del millonario co-fundador de Microsoft fallecido el año anterior. Más conocido como el yate de Paull Allen, este bote privado tiene una longitud de 126 metros (414 pies), cuenta con dos ascensores, dos helipuertos y capacidad para alojar a 26 invitados y 63 miembros de la tripulación.
El Octopus fue durante un tiempo el yate de lujo más grande del mundo que no pertenecía a un jefe de estado. Fue entregado a su famoso propietario en 2003. Dentro de su equipamiento se encuentran dos submarinos, uno de ellos operado a control remoto y cuyo fin era la investigación marina.
En el interior del yate de Paull Allen sus invitados podían disfrutar de una impresionante piscina, una lujosa bañera de hidromasajes, un spa, un bar y un gimnasio.
Recientemente se ha puesto en venta por las compañías de corredores de yates Fraser y Burgess por la no despreciable suma de $325 millones de dólares. Este navío era uno de las tres integrantes de la flota marítima del genio informático, quien poseía además los barcos Tatoosh de 301 pies y Medusa de 198 pies.
El Octopus posee cualidades aún más extravagantes como un estudio de grabación y cine, una sala de observación submarina con fondo de cristal y una cancha de baloncesto. Celebridades de la talla de Mick Jagger han estado abordo e incluso grabado música en el estudio de la embarcación.
El superyate ha cumplido loables misiones como explorar la Antártida y ayudar a la Royal Navy del Reino Unido a recuperar la campana del crucero de combate hundido HMS Hood.
Según Fraser, el Octopus está dotado con revestimiento Ice-class 1A, lo que significa que puede marchar sin problemas a través del hielo marino. Tiene un alcance transoceánico de alrededor de 12,500 millas náuticas y puede alcanzar una velocidad máxima de 19 nudos, o 21.8 millas por hora.
La navegación y la investigación fue una de las tantas aficiones de Paul. Mostró siempre especial interés por lo que yacía en el fondo marino motivo por el cual fue también un entusiasta de los submarinos. En 2015, una expedición liderada por él, encontró por primera vez los restos del acorazado japonés Musashi hundido durante la Segunda Guerra Mundial con más de 1,000 marineros en su interior.
Allen siguió los pasos de su excompañero Bill Gates y el multimillonario Warren Buffett, al dedicar parte de su riqueza a la filantropía. En 1986 fue creada Paul G. Allen Family Foundation con el fin de administrar sus obras de caridad. Anualmente recaudaba alrededor de 30 millones de dólares para la organización sin ánimo de lucro.
Una de las instituciones a las que Allen donó mayor dinero fue la Universidad de Washington. En los años 80, donó casi 18 millones de dólares para la construcción de una nueva biblioteca que llevó el nombre su padre, Kenneth S. Allen. Luego aportó 5 millones para establecer el centro de artes visuales Faye G. Allen, en honor a su madre. En 2004 ayudó con 14 millones para terminar el Centro para la Ciencia y la Ingeniería de la Computación Paul G. Allen.
También colaboró durante años con la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, a la que donó 3,2 millones de dólares. Paul Allen también se hizo propietario de equipos deportivos y además fundó Stratolaunch Systems, su compañía aeroespacial con la que construyó el avión más grande de la historia, el homónimo Stratolaunch, que ya hizo su primer vuelo y se espera alcance la órbita terrestre en 2020.