Según un informe de la gestora UBS, la gran mayoría de las 360 grandes casas de inversión que administran fortunas familiares de $1.2 billones en promedio, esperan un periodo de recesión para el próximo año.
El 55% de los encuestados ve una recesión en 2020, y para mitigar los riesgos, el 45% ya está ajustando sus carteras hacia bonos y bienes raíces, mientras que el 42% está aumentando sus reservas de efectivo.
“Somos muy cautelosos, incluso ahora con el mercado no nos sentimos muy cómodos”, dijo un encuestado que es socio gerente en una oficina de inversión multifamiliar en EEUU.
“Es muy difícil para las gestoras de patrimonio asignar dinero”, dijo Stone, ex socio de Cadwalader, Wickersham & Taft.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos junto con la curva de rendimiento invertida la cual ha anticipado las últimas siete recesiones en los Estados Unidos, han hecho crecer las preocupaciones. Inversores y economistas notables, como Jeffrey Gundlach y David Rosenberg, han advertido sobre la alta probabilidad de una gran recesión en los próximos meses. .
“Quién sabe qué sucederá con Brexit, qué sucederá en la UE y qué sucederá entre Estados Unidos y China”, dijo otro encuestado, un CEO de una única oficina de inversión familiar en Europa. “Hay muchas preguntas abiertas, y esto podría tener un impacto dramático en el mercado. En general, creemos que hemos alcanzado nuestro pico.”
Jeffrey Gundlach, director de inversiones de DoubleLine Capital, sostiene que existe un 75% de probabilidades de que EEUU entre en recesión en 2020.
Si los multimillonarios no están invirtiendo en bonos ni acciones ¿a dónde van a parar esos recursos? y la respuesta es reveladora: el 44% de las firmas gestoras llevan el dinero de los ultra ricos a través de sucursales al extranjero que no son más que paraisos fiscales. Es decir, casi una quinta parte de la fortuna de los multimillonarios van a parar a estos lugares.
Estas predicciones se dan en un momento en el que muchos candidatos presidenciales demócratas propusieron impuestos a la riqueza para reducir la desigualdad. Elizabeth Warren y Bernie Sanders han presentado propuestas que gravarán los activos de los estadounidenses más acaudalados.
De todas maneras no todo el mercado se comporta de la misma manera, algunos de los más avezados inversionistas aprovechan los tiempos de crisis para hacerse a grandes participaciones accionarias a un precio reducido, para luego, una vez superada la tormenta, vender y de esta manera aumentar sus riquezas. Es una apuesta riesgosa pero que a muchos les ha significado miles de millones de dólares en sus arcas.