La industria petrolera está viviendo una de las peores crisis de su historia debido al colapso de los precios.
La pandemia del Covid-19 ha provocado un shock en la demanda de magnitudes inimaginables, mientras al mismo tiempo la extracción de crudo avanza sin pausa. La confluencia de estas dos situaciones ha ocasionado una sobreoferta de tales dimensiones que el mundo se está quedando sin espacio para almacenar el petróleo que no se vende en los mercados.
Rusia y Arabia Saudita no reaccionaron a tiempo y siguieron inundando al mundo de oro negro, lo cual contribuyó al actual exceso de oferta.
El crudo estadounidense cotizó a precios negativos este lunes, algo nunca antes visto desde que los futuros del petróleo NYMEX comenzaron a cotizarse en 1983. Fue el peor día del mercado del petróleo jamás registrado.
Hace tan solo unos días, el crudo estadounidense para entrega en junio, se cotizaba a precios apenas por encima de los 20 dólares por barril, lo cual ya era desastroso.
Con el barril rondando los $ 20, alrededor de 533 compañías petroleras estadounidenses se declararían en bancarrota a finales de 2021, según vaticinó Rystad Energy. A $ 10 por barril, habría más de 1.100 bancarrotas, estimó la firma.
“Con $ 10, casi todas las compañías estadounidenses de exploración y producción que tienen deudas tendrán que presentar el Capítulo 11 o considerar oportunidades estratégicas“, dijo Abramov jefe de investigación de Rystad Energy.
Este colapso se da luego de que Rusia y Arabia Saudita acordaron poner fin a su épica guerra de precios, en la que intervino el presidente Donald Trump. La OPEP acordó reducir la producción de petróleo en una cantidad récord.
“Esto salvará cientos de miles de empleos energéticos en los Estados Unidos“, tuiteó Trump el 12 de abril. “Me gustaría agradecer y felicitar al presidente Putin de Rusia y al rey Salman de Arabia Saudita“.
El precio del crudo se ha recuperado desde el lunes, sin embargo sigue estando en niveles que están muy debajo de la línea de normalidad .
El futuro al menos en el corto plazo parece desolador. Los aviones, automóviles y fábricas relacionadas con motores de combustión, están marginados por la pandemia de coronavirus.
La esperanza que tiene la industria petrolera es que los recientes precios negativos sean una casualidad causada por la renovación de los contratos de futuros.
El mínimo histórico se produce debido a la preocupación de que no habrá espacio para almacenar los barriles entregados en mayo. Sin embargo, el contrato de junio solo cayó alrededor del 10% a $ 22 por barril. Y el crudo Brent, el punto de referencia mundial, cayó solo un 5% a $ 26.50 por barril.
“Habrá muchas compañías que no sobrevivirán a esta recesión“, dijo Ryan Fitzmaurice, estratega de energía de Rabobank. “Este es uno de los peores registrados“.
El sector energético del S&P 500 ha perdido más del 40% de su valor este año, a pesar del repunte dramático en el mercado de valores en general durante el último mes.
Whiting Petroleum se convirtió en el primer grande en caer cuando solicitó la protección del Capítulo 11, el pasado 2 de abril, pero evidentemente no será la última.
Buddy Clark, co-presidente de la firma de abogados de Houston Haynes and Boone, dijo que su firma está “extremadamente ocupada” trabajando en posibles bancarrotas petroleras. “No creo haber visto algo así en mi vida. No tiene precedentes“, dijo Clark, quien comenzó a trabajar en la industria en 1982.
“Irónicamente, el precio más bajo ha retrasado el proceso“, dijo Clark. “Varias compañías pueden haber presentado las solicitudes, pero necesitan volver a la mesa de dibujo“.
Por su parte, Reid Morrison, líder de energía de Estados Unidos en PwC, afirmó que “El Capítulo 11 requiere que los patrocinadores financieros lo respalden. Puede ver más liquidaciones del Capítulo 7“.
“Aquellos con balances sólidos podrán aprovechar la situación“, dijo Morrison. Sin embargo, señaló que las grandes compañías serán “cautelosos al apretar el gatillo” en los próximos seis meses porque primero deben defender sus codiciados dividendos.
¿Quiénes serán los próximos en caer? Los más vulnerables son las empresas que acumularon demasiada deuda, enfrentan vencimientos inminentes y no pueden generar flujo de efectivo para hacer sus pagos de intereses.
La firma Chesapeake suspendió recientemente el pago de dividendos sobre acciones preferentes. El precio de sus acciones se desplomó.
La perforadora de esquisto Oasis ha perdido más del 90% de su valor este año. Sus acciones se cotizan por debajo de 30 centavos.
El camino por recorrer es más largo de lo que cualquiera hubiera previsto, y la normalidad no pareciera llegar en lo que resta del año. Muchas fichas del dominó caerán sin duda alguna.