El producto interior bruto (PIB) de China creció un 2.3 % en 2020, según datos oficiales. Es la cifra más baja desde 1976, sin embargo este resultado sitúa al gigante asiático como una de las pocas economías mundiales en registrar crecimiento económico en medio de la pandemia y la convierte en la única de las superpotencias en conseguirlo.
“Está previsto que China se convierta en la única gran economía del mundo que obtenga un crecimiento positivo a lo largo del año”, ha dicho Ning Jizhe, director de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, al tiempo que aseguraba que el PIB “ha recuperado su nivel normal”. El resultado supera al 2.1% que pronosticaba la encuesta de expertos de Bloomberg.
El auge se sustenta en una mayor producción industrial la cual repuntó un 7.1% entre octubre y diciembre de 2020, frente al 5.8% del año anterior. El PIB aumentó un 6.5% durante el último trimestre del año anterior, mientras en el mismo periodo de 2019 creció un 6%. Esos números superaron cualquier expectativa propuesta por los analistas económicos.
En términos nominales, la riqueza total de China ascendió el año pasado a 101.6 billones de yuanes (15.68 billones de dólares, 12.98 billones de euros).
A pesar de las buenas nuevas, no todo es dicha. Las ventas minoristas se contrajeron un 3.9% en lo corrido de 2020.
“La demanda familiar, por ejemplo, aún no se ha repuesto”, apunta Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia, de Natixis. “China necesita repensar sus estímulos fiscales para respaldar los ingresos domésticos”, agregó. Y cierra diciendo: “El crecimiento procede en gran medida del sector inmobiliario, lo que creará un exceso de capacidad adicional, a no ser que los hogares reciban un impulso”.
Las autoridades chinas han estado tratando de aumentar la dependencia de la economía de la demanda interna, seguramente como una medida de protección frente a posibles amenazas externas. Para 2020, el consumo interno representó el 54.3% del PIB, dijo a los periodistas el viernes Ning Jizhe.
Bruce Pang, jefe de investigación macro y estratégica de China Renaissance, espera que las ventas minoristas se recuperen en 2021, aumentando más del 10% con respecto a los niveles moderados del año anterior.
El covid-19 surgió por primera vez en la ciudad china de Wuhan a fines de 2019. En un esfuerzo por controlar el virus, las autoridades chinas cerraron más de la mitad del país y la economía se contrajo un 6.8% en los primeros tres meses de 2020.
En lo corrido de 2021 ha habido un resurgimiento del coronavirus en partes del país, y la provincia de Hebei informó sobre un aumento en los casos. Ning dijo que la reaparición del virus ha aumentado la incertidumbre y atribuyó la caída en las ventas minoristas a la pandemia. Pero afirmó que estos últimos casos de brote del virus son controlables dada la experiencia de China en el manejo de la propagación del virus.
Si bien algunos indicadores económicos excedieron las expectativas el año pasado, otros no fueron ideales, dijo Ning, y señaló que algunos de los problemas de China no se pueden resolver en el corto plazo.
El desempleo cayó al 4.7%, comparado con el 5.5% de 2019. El cuerpo legislativo chino optó por no fijar un objetivo para el PIB como acostumbraba y ahora en su lugar, ha puesto el empleo como prioridad máxima para el gobierno.
La meta era crear nueve millones de nuevos puestos de trabajo urbanos este año: los datos publicados hoy reflejan que se alcanzaron los 11.8 millones. “Los principales objetivos de desarrollo social y económico se han cumplido mejor de lo esperado”, ha sentenciado el portavoz oficial.