La Unión Europea acordó este viernes limitar los precios del petróleo ruso en 60 dólares el barril. Esta decisión se tomó luego de varios días de intensas negociaciones sobre un nivel apropiado para el combustible transportado por vía marítima.
El anuncio se produce después que el G-7 acordara en septiembre imponer un límite al crudo proveniente de este país y, por lo tanto, limitar los ingresos que el Kremlin obtiene por esta vía.
Los detalles sobre cómo funcionaría este límite en la práctica, se han debatido y discutido pero no son aún del todo claros.
Rusia, en medio de su embestida en Ucrania, ha advertido que un tope al precio del petróleo podría causar estragos en los mercados energéticos y hacer que los precios de las materias primas suban aún más.
El límite de precio se revisará regularmente para monitorear sus ramificaciones en el mercado, pero debe ser “al menos un 5% por debajo del precio promedio del mercado”, dice un documento de la UE. Se espera un anuncio formal este domingo.
Los analistas del sector petrolero han advertido que el G-7 necesitará el apoyo de otros compradores importantes para que el tope sea efectivo. China e India, por ejemplo, aumentaron sus compras de petróleo ruso tras la invasión a Ucrania para beneficiarse de las tarifas reducidas ofrecidas por Moscú.
Kadri Simson, comisionado europeo de energía, dijo en septiembre que China e India deberían apoyar la medida. “Es injusto pagar ingresos excedentes a Rusia”, dijo Simson en ese momento.
Pero parece haber poco interés por parte de estas naciones para cumplir con el tope. El ministro de petróleo de la India, Shri Hardeep S Puri, dijo que tiene un “deber moral” con los consumidores de su país. “Compraremos petróleo a Rusia, compraremos de donde sea”, agregó.