El presidente Joe Biden se unió este martes al fundador de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC) para anunciar la apertura de una segunda planta de chips en Arizona, elevando la inversión de la compañía en ese estado, de $12 a $40 billones.
La compañía también anunció que producirá chips técnicamente más avanzados que los propuestos originalmente. La inversión de TSMC es una de las inversiones extranjeras más grandes en la historia de los EE. UU. y la más grande en la historia de Arizona.
Estos chips tienen una vital importancia estratégica para cualquier país, ya que son utilizados en la fabricación de la mayoría de dispositivos tecnológicos, desde computadoras y teléfonos inteligentes hasta automóviles, pasando por microondas y dispositivos para el cuidado de la salud.
La pandemia dejó ver la preocupante dependencia que tiene EE. UU. de los fabricantes chinos, ya que los bloqueos llevaron a una escasez mundial de estos productos, una escalada en los costos de producción y también en los precios finales.
Biden promulgó la ley CHIPS and Science Act a principios de agosto, asignando miles de millones para atraer a los fabricantes a producir los chips a nivel nacional. La ley incluye $52,7 billones en préstamos, subvenciones y otros incentivos, así como miles de millones más en créditos fiscales para fomentar la inversión en la fabricación de semiconductores dentro de las fronteras estadounidenses.
Una vez que las plantas de TSMC abran, producirán suficientes chips como para satisfacer la demanda anual de EE. UU., según dijo Ronnie Chatterji, subdirector interino de política industrial del Consejo Económico Nacional que supervisa la implementación de estos artefactos.
“Es la base de nuestra electrónica personal y también el futuro de la computación cuántica y la IA”, dijo Chatterji. “A escala, estas dos [fábricas] podrían satisfacer toda la demanda estadounidense de chips cuando estén terminadas. Esa es la definición de resiliencia de la cadena de suministro. No tendremos que depender de nadie más para fabricar los chips que necesitamos”.
“La aprobación de la Ley de Ciencias y CHIPS fue absolutamente fundamental para brindar certeza a largo plazo para que empresas como TSMC amplíen su presencia y ratigiquen su compromiso con los Estados Unidos”, dijo Brian Deese, director del Consejo Económico Nacional.
“Ya sea en vehículos eléctricos o productos electrónicos de consumo, los directores ejecutivos de las principales empresas están tomando decisiones sobre sus planes con 18 a 24 meses de anticipación”, dijo Deese. “La construcción en los Estados Unidos también les dará más confianza para operar”.
Biden está visitando la primera planta en Phoenix que se espera que comience a producir en 2024. Inicialmente estaba programado fabricar chips de 5 nanómetros, pero ahora creará de 4 nanómetros. La segunda planta abrirá en 2026 y producirá chips de 3 nanómetros, los chips más avanzados disponibles en la actualidad.
La apertura de las plantas ayudará aún más a impulsar la economía de Arizona, que se vio muy afectada por la pandemia. Phoenix tenía una tasa de desempleo del 6.5% en 2020 cuando más de 9.000 residentes de la ciudad se declararon en quiebra. Desde entonces, la tasa de desempleo de Phoenix se ha reducido al 3.2%. La economía del estado creció un 6.3% en 2021, la mayor en 16 años.