Los millennials y la generación Z están poniendo cada vez más énfasis en la salud financiera de sus relaciones románticas. Es común que hablen con franqueza sobre puntajes de crédito y ahorros desde el inicio de la relación, incluso, firman acuerdos prenupciales y cancelan bodas por asuntos financieros, algo que antes era mucho menos frecuente.
“La infidelidad financiera es un problema grave, porque merma la confianza dentro de la relación y deja en evidencia problemas de comunicación”, dijo a The Post, Esther Lee, editora adjunta del sitio web de bodas The Knot.
Un estudio de 2022 realizado por The Knot, encontró que el 43% de los encuestados consideró como un motivo de ruptura el hecho que su pareja guardara secretos sobre las finanzas o fuera deshonesto sobre sus gastos.
La investigación también ha encontrado que actualmente más parejas están firmando acuerdos prenupciales independientemente de su estado financiero.
Un nuevo informe de Harris Poll encontró que el 15% de los adultos estadounidenses encuestados firmaron un acuerdo prenupcial. También mostró que el 35% de las personas solteras afirman que es probable que firmen un acuerdo prenupcial en el futuro.
La abogada Andrea Vacca de Vacca Family Law Group, con sede en Nueva York, dijo que ha visto la creciente popularidad de los acuerdos prenupciales en su propia experiencia laboral. “Cada vez más personas los obtienen, [incluso] personas más jóvenes, personas que aún no tienen muchos activos”, dijo.
Esto se alinea con otros datos. Una nueva encuesta de Affirm, descubrió que los millennials ven la capacidad de administrar el dinero como el rasgo más atractivo de una pareja. Mientras tanto, una encuesta de TD Bank encontró que el 97% de los millennials informan que hablan de finanzas con su pareja al menos una vez al mes, en comparación con el 88% de los demás grupos de edad. El 27% de los encuestados dijo que discutieron sobre finanzas con una posible pareja romántica, incluso antes de tener una primera cita.
Los expertos señalan que las nuevas generaciones han vivido etapas de continua incertidumbre financiera, incluida la crisis financiera de 2008, la pandemia, el aumento de las deudas estudiantiles y el aumento de la inflación actual y como resultado se muestran mucho más preocupados que personas de otras edades.