Los despidos retrocedieron la semana pasada y el crecimiento económico fue más fuerte que durante el primer trimestre, informó el gobierno estadounidense este jueves, además se conoció sobre un aumento en las ventas de viviendas nuevas.
“Si observan los datos del último trimestre, lo que ven es un crecimiento más fuerte de lo esperado, mercados laborales más ajustados y una inflación más alta de lo esperado”, dijo el miércoles el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en una conferencia en Portugal.
Esto explica por qué la mayoría de los funcionarios de la FED han previsto dos aumentos más de las tasas de interés este año, dijo Powell.
La Reserva Federal ha aumentado agresivamente las tasas durante más de un año para combatir la inflación mediante el enfriamiento de la economía, aunque durante la reunión de este mes las tasas permanecieron sin cambios.
A principios de año, muchos economistas proyectaron que se materializaría una recesión. Y en efecto, tanto consumidores, como trabajadores y empresas, se han enfrentado a grandes desafíos desde el año pasado, con tasas de interés en aumento y una inflación elevada.
Contra todo pronóstico, la economía ha seguido creciendo, incluso en áreas sensibles a tasas de interés más altas. El mercado de la vivienda es un ejemplo clave. Un número históricamente bajo de inmuebles disponibles para la venta, ha ayudado a impulsar las cifras de nuevas construcciones. Las ventas de casas nuevas aumentaron dos dígitos en mayo, superando con creces las expectativas de los economistas.
“Hemos subestimado sistemáticamente la resiliencia de la economía estadounidense”, dijo Carl Tannenbaum, economista jefe de Northern Trust.
S&P Global Market Intelligence dijo el jueves que espera que el producto interno bruto crezca a una tasa anual de 1.7% en el segundo trimestre, que finaliza el viernes. Eso es más del doble de su estimación de 0.8% a principios de este mes.
El PIB creció a una tasa anual del 2% en el primer trimestre, dijo el jueves el Departamento de Comercio. El gasto de los consumidores creció a una tasa anual del 4.2% en el primer trimestre, el ritmo más rápido desde mediados de 2021, cuando la economía se recuperaba de los confinamientos por la pandemia.
Los estadounidenses derrocharon en bienes duraderos, como automóviles, en los primeros tres meses del año, y el gasto en bienes duraderos aumentó a una tasa anual del 16.3%. El gasto del consumidor en servicios, que incluye atención médica, salir a cenar y viajar, también registró una sólida ganancia anualizada del 3.2 % en el primer trimestre.
Las solicitudes de desempleo, un indicador de los despidos, disminuyeron en 26,000 la semana pasada. La caída de la semana pasada interrumpió un aumento gradual en las solicitudes de beneficios por desempleo de los trabajadores.
Las solicitudes continuas, que reflejan la cantidad de personas que buscan beneficios de desempleo continuos, cayeron en 19,000 en la semana que terminó el 17 de junio a 1.74 millones. La cifra ha tenido una tendencia a la baja desde principios de abril, lo que sugiere que las personas que buscan trabajo pueden encontrar rápidamente un nuevo empleo.
En términos generales, el mercado laboral se mantiene resistente a pesar de las acciones de la Reserva Federal. Los empleadores agregaron 339,000 empleos ajustados estacionalmente en mayo, la mayor cantidad desde enero, y la tasa de desempleo se mantuvo cerca de mínimos históricos. Las ofertas de trabajo superaron en millones el número de personas que buscaban trabajo en abril.
“La economía aún goza de buena salud y parece que le queda algo de impulso”, dijo Nancy Vanden Houten, economista principal para EE. UU. de Oxford Economics. “Nuestro pronóstico sigue siendo que la economía caiga en una recesión leve, pero creemos que eso llegará más tarde de lo que pensábamos anteriormente”.