Los precios del petróleo y el gas subieron este miércoles luego de los recientes ataques rebeldes en el Mar Rojo. Estados Unidos respondió enviando buques de guerra a la región para proteger esta importante ruta comercial.
Para los mercados energéticos, la perturbación ha sido moderada en comparación con los dramáticos movimientos de precios provocados por las guerras en Ucrania y Gaza.
Los futuros del crudo Brent de referencia subieron un 1.3%, superando los 80 dólares el barril por primera vez desde finales de noviembre. Por su parte, los futuros del gas natural subieron un 1.9% en Estados Unidos a $2.54 dólares por millón de unidades térmicas británicas, y un 3.8% en el noroeste de Europa a $33.80 euros el megavatio-hora.
Los ataques por parte de las fuerzas rebeldes hutíes en Yemen han llevado a la mayoría de empresas navieras a suspender el tránsito por el Mar Rojo.
La franja de agua que conecta el mar Mediterráneo y el océano Índico es una vía de paso para petroleros, así como para portacontenedores. El tráfico marítimo ha disminuido después de los ataques del 7 de octubre por parte de Hamas contra Israel y se ha desacelerado aún más ante la actual amenaza hutí que ha ido empeorando con el pasar de los días.
Los flujos de petróleo y productos refinados se han reducido a más de la mitad desde los niveles de septiembre, según la firma de datos sobre materias primas Kpler. Las compañías navieras dijeron el miércoles que más buques cisterna se estaban desviando para evitar el Mar Rojo.
Eso agrava el problema planteado por los bajos niveles de agua en el Canal de Panamá que ya había obligado a algunos petroleros a dirigirse desde Estados Unidos a Asia a través del Mar Rojo, en lugar de hacerlo hacia el oeste a través del Pacífico, afirmó Tom Marzec-Manser, analista de gas de ICIS.
“Existe cierto riesgo, por supuesto, hay cierto nerviosismo”, manifestó.
Afortunadamente para la economía mundial, los mercados de crudo y gas cuentan con grandes excedentes de oferta, lo que amortigua el efecto de los tiempos de viaje más largos.
Países como Estados Unidos, Guyana y Brasil están produciendo volúmenes récord de petróleo, dijo este mes la Agencia Internacional de Energía, mientras que las exportaciones iraníes de crudo han aumentado en lo que va de 2023.
Los analistas de Goldman Sachs dijeron que un cierre del estrecho daría lugar a tiempos de viaje más largos para los petroleros, pero no a una pérdida de producción en sí. Esto se debe a que casi todo lo que navega por el Mar Rojo puede desviarse por otras rutas.
Algunos ejecutivos de la industria esperan que la interrupción sea temporal. Es probable que las compañías navieras vuelvan a navegar a través de Suez en los próximos meses, afirmó Hugo de Stoop, ex director ejecutivo de Euronav, uno de los propietarios de los petroleros más grandes del mundo.
“Es simplemente una arteria demasiado grande”, dijo. “No tengo ninguna duda de que se encontrará una solución”. En el pasado, por ejemplo, las compañías navieras se adaptaron con el tiempo al riesgo de piratería instalando alambre de púas y bombas de agua a alta presión.