La cantidad de inmigrantes en la fuerza laboral de los Estados Unidos aumenta constantemente desde hace más de una década y se espera que este crecimiento continúe, lo que según los economistas beneficia al campo en cuestión y la economía estadounidense.
En 2006, el 15.3% de la mano de obra estaba compuesta por trabajadores nacidos en el extranjero, y esa proporción alcanzó un récord del 18.6% en 2023. Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, menciona que este aumento está aliviando la presión sobre la economía y puede haber contribuido al crecimiento económico fuerte en 2023.
La inmigración ha sido un tema controversial en EE. UU., con tensiones políticas como el juicio de Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, por presuntos fallos en la seguridad fronteriza, y ciudades que luchan por absorber el flujo de personas en la frontera con México.
Mientras tanto, las ciudades están tratando de absorber un flujo de personas que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México. En diciembre, la Patrulla Fronteriza de EE. UU. reportó casi 250,000 encuentros con migrantes que cruzaban a los EE. UU. desde México. Eso marcó un récord mensual, aunque esa cifra se redujo a la mitad en enero, según datos federales.
Trabajadores nacidos en el extranjero en el campo laboral de los EE. UU.
El año pasado, aproximadamente 31.1 millones de trabajadores en la fuerza laboral de EE. UU. eran nacidos en el extranjero, representando un gran aumento desde 1996. La mayoría de ellos están en el país legalmente, con solo el 4.6% siendo no autorizados en 2021, una proporción estable desde 2005.
Entre 2020 y 2023, más de 3.7 millones de inmigrantes se unieron a la fuerza laboral de EE. UU., un aumento del 13.7%, en comparación con el aumento del 2% de los trabajadores nacidos en EE. UU. durante el mismo período.
Por qué la inmigración es un ‘beneficio neto para la economía’
La inmigración se considera un beneficio ya que entre más trabajadores existan, más bienes y servicios habrán, aumentan el gasto del consumidor y los ingresos fiscales, que son clave para programas sociales como el Seguro Social y Medicare.
Sin embargo, la crisis migratoria también plantea desafíos, ya que los hogares nacidos en EE. UU. tienen menos hijos y la generación del baby boom está saliendo del mercado laboral, lo que podría provocar una disminución a largo plazo de la población y la fuerza laboral de EE. UU.
Los trabajadores inmigrantes tienden a ser más jóvenes, lo que ayuda a contrarrestar la fuerza laboral envejecida de EE. UU. Según proyecciones, la inmigración contribuirá significativamente al crecimiento de la fuerza laboral de EE. UU., con la CBO estimando un aumento de 5.2 millones de personas de 2023 a 2034, lo que llevará a un aumento del producto interno bruto y de los ingresos.