En un giro significativo para el gigante aeroespacial Boeing, el director ejecutivo Dave Calhoun ha anunciado su dimisión para fines de 2024, como parte de una amplia reestructuración de la gestión en respuesta a la crisis que enfrenta la empresa, especialmente relacionada con el problema del 737 Max.
Junto con Calhoun, Larry Kellner, presidente de la junta directiva, también presentará su dimisión y no buscará la reelección en la próxima reunión anual de accionistas en mayo.
Kellner será sucedido por Steve Mollenkopf, quien ha sido director de Boeing desde 2020 y anteriormente se desempeñó como director ejecutivo de Qualcomm. Por su parte, Stan Deal, presidente y director ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, dejará la empresa de manera inmediata, siendo reemplazado por Stephanie Pope, quien recientemente asumió el cargo de directora de operaciones de Boeing tras liderar Boeing Global Services.
Estas salidas ocurren en un momento crítico para Boeing, con aerolíneas y reguladores exigiendo cambios significativos después de una serie de fallos de calidad y fabricación en los aviones de la compañía.
La atención se intensificó tras el accidente del vuelo 1282 de Alaska Airlines el 5 de enero, donde un tapón de la puerta de un Boeing 737 Max explotó apenas 9 minutos después del despegue.
Calhoun, en un comunicado a los empleados, reconoció la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta transparente y comprometida con la seguridad y calidad en todos los niveles de la empresa.
En una entrevista con la CNBC, Calhoun afirmó que la decisión de renunciar fue completamente suya y destacó la necesidad de afrontar los desafíos y realizar los cambios necesarios para mejorar la cadena de suministro y la calidad de la producción.
El cambio en la dirección de Boeing llega en un momento en que la Administración Federal de Aviación (FAA) ha intensificado su supervisión sobre la empresa, imponiendo restricciones a la producción del 737 Max hasta que se garantice un adecuado control de calidad. Los problemas de producción han generado retrasos en las entregas y preocupaciones entre los clientes, algunos de los cuales han expresado abiertamente su descontento.
El anuncio de la salida de Calhoun ha sido recibido con una leve alza en las acciones de Boeing en las primeras operaciones del día. Sin embargo, las acciones de la compañía han experimentado una caída del 26% en lo que va del año, reflejando la turbulencia y los desafíos que enfrenta uno de los principales actores del sector aeroespacial.