La Administración de la Seguridad Social proyecta que los fondos fiduciarios que respaldan el pago de beneficios se agoten en 2035, un año más tarde de lo previsto.
La mejora en la proyección se atribuye a más personas contribuyendo al programa debido a una economía fuerte, bajo desempleo y crecimiento de empleo y salarios.
El comisionado de Seguridad Social, Martin O’Malley, destacó que esta extensión es positiva para los beneficiarios, ya que retrasa cualquier posible reducción de beneficios de 2034 a 2035. Sin embargo, instó al Congreso a tomar medidas bipartidistas para extender la solvencia del fondo fiduciario, lo que brindaría seguridad a más de 70 millones de beneficiarios y a sus familias.
El informe también aborda la situación de Medicare, cuyo fondo fiduciario para el seguro hospitalario ahora se proyecta que se agotará en 2036, cinco años más tarde de lo previsto. Es fundamental abordar la solvencia tanto del Seguro Social como de Medicare, ya que son preocupaciones principales para los estadounidenses mayores.
Aunque las nuevas proyecciones ofrecen un margen de maniobra ligeramente mayor, los expertos advierten que se deben tomar medidas pronto. Cerca del 40% de las familias de 65 años o más dependen del Seguro Social para al menos la mitad de sus ingresos, lo que hace que cualquier reducción en los beneficios sea alarmante.
Para garantizar la solvencia futura de estos programas, se requerirán decisiones difíciles que podrían incluir aumentos de impuestos, recortes de beneficios o una combinación de ambos.
Los demócratas han propuesto aumentar los impuestos a los ricos, mientras que los republicanos abogan por comisiones bipartidistas. A pesar de las advertencias y alarmas, el Congreso aún no ha tomado medidas concretas para abordar estos problemas, lo que plantea preocupaciones sobre la capacidad de encontrar soluciones efectivas a medida que se acerca la fecha límite.