En la última década, la riqueza del 1% más rico del mundo ha aumentado en $42 billones, según un análisis de Oxfam Internacional. Este incremento es casi 34 veces mayor que el del 50% más pobre de la población mundial.
El estudio, publicado antes de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 en Brasil, revela que la élite global ha visto aumentar su patrimonio neto en casi $400,000 por persona, ajustado a la inflación. En comparación, la mitad más pobre de la población solo ha aumentado su patrimonio en $335.
Max Lawson, responsable de políticas de desigualdad de Oxfam Internacional, afirmó que “la desigualdad ha alcanzado niveles obscenos”. Oxfam insta a los gobiernos a proteger a las personas y al planeta de los efectos catastróficos de esta desigualdad.
El informe de Oxfam llega en un momento en que se está pidiendo a los líderes del G20 que aumenten los impuestos a los ultrarricos. Un estudio encargado por el gobierno brasileño y elaborado por el economista Gabriel Zucman sugiere que un impuesto mínimo del 2% sobre la riqueza de los multimillonarios podría generar entre $200,000 millones y $250,000 millones anuales de unos 3,000 contribuyentes.
El Observatorio Fiscal de la UE, dirigido por Zucman, indica que los superricos pagan una proporción mucho menor de sus ingresos en impuestos en comparación con la gente común. Su riqueza está gravada a tasas efectivas de apenas el 0%-0.5%.
“El impulso para aumentar los impuestos a los súper ricos es innegable”, dijo Lawson, añadiendo que la semana del G20 será una prueba clave para los gobiernos. La introducción de un impuesto mínimo global para los multimillonarios enfrenta desafíos significativos y podría llevar tiempo en implementarse.