Boeing informó el miércoles 30 de julio una pérdida trimestral superior a la esperada y menores ingresos, afectada por problemas en sus programas de aviones comerciales y de defensa. Además, la empresa anunció la contratación de Robert “Kelly” Ortberg como su próximo director ejecutivo.
En el segundo trimestre, Boeing registró una pérdida de $2.90 por acción ajustada frente a los $1.97 esperados y unos ingresos de $16,870 millones, por debajo de los $17,230 millones previstos.
El director ejecutivo Dave Calhoun, quien dejará su cargo a fin de año, afirmó que, a pesar de un trimestre complicado, se están logrando avances en la gestión de calidad y el posicionamiento futuro de la empresa.
El fabricante aeronáutico reportó una pérdida neta de $1,440 millones, o $2.33 por acción, comparada con una pérdida de $149 millones, o 25 centavos por acción, del año anterior. Los ingresos cayeron un 15% a $16,870 millones.
El fabricante planea aumentar la producción de sus aviones Max a 38 por mes, aunque los analistas estiman una producción de alrededor de 25 por mes en el último trimestre. La unidad de aviones comerciales reportó una caída del 32% en ingresos, a $6 mil millones.
El director financiero Brian West advirtió sobre la quema de efectivo debido a las bajas tasas de producción y entrega. Boeing reportó un flujo de caja libre negativo de $4,300 millones en el segundo trimestre.
La unidad de defensa, que construye los aviones Boeing 747 para Air Force One, también enfrentó sobrecostos y retrasos, reportando una disminución del 2% en ingresos a $6,020 millones y una pérdida de $913 millones en el período, casi el doble de las pérdidas del mismo trimestre en 2023.
Las pérdidas reflejan mayores costos estimados de ingeniería y fabricación, así como desafíos técnicos, indicó Boeing.