La inflación mayorista registró un aumento menor al esperado en julio, facilitando potencialmente la reducción de tasas de interés por parte de la Reserva Federal. El índice de precios al productor (IPP) subió un 0.1% durante el mes, informó la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. Excluyendo alimentos y energía, el IPP básico se mantuvo sin cambios.
Los economistas preveían un aumento del 0.2% en ambos indicadores. Una medida que excluye también los servicios comerciales mostró un incremento del 0.3%.
Anualmente, el IPP general aumentó un 2.2%, una caída respecto al 2.7% de junio. Los futuros del mercado de valores subieron y los rendimientos de los bonos del Tesoro bajaron tras conocerse la noticia.
Pese a un incremento del 0.6% en los precios de bienes de demanda final, impulsado por un aumento del 1.9% en energía y 2.8% en gasolina, la inflación mayorista se mantuvo moderada. La caída del 0.2% en servicios, incluyendo una disminución del 1.3% en precios de servicios comerciales y 4.1% en márgenes de ventas al por mayor de maquinaria y vehículos, contrarrestó el aumento. Un incremento del 2.3% en gestión de cartera también ayudó.
El IPP es un indicador adelantado de la inflación, midiendo los precios desde la perspectiva de los productores. Su contraparte, el índice de precios al consumidor (IPC), se publicará el miércoles. Se anticipan aumentos mensuales del 0.2% en ambos índices.
Los datos de inflación llegan en un momento en que los mercados prevén un recorte de tipos de interés en la reunión de septiembre de la Reserva Federal. La expectativa es de una reducción de un cuarto o medio punto porcentual.
Funcionarios de la Reserva Federal han afirmado su compromiso de reducir la inflación al 2%. Según una encuesta de la Reserva Federal de Nueva York, la percepción de inflación a tres años cayó al 2.3%, su nivel más bajo en 11 años.
No obstante, la inflación sigue afectando especialmente a los hogares con ingresos menores a $50,000 anuales, aumentando la probabilidad de impago de deudas al 13.3%, el nivel más alto desde abril de 2020. Además, las expectativas de acceso al crédito y gasto de los hogares han disminuido, cayendo al nivel más bajo desde abril de 2021.