El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, condenó la violencia política tras el segundo intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump, ocurrido el domingo en un club de golf en Florida.
Ryan Wesley Routh, de 58 años, fue arrestado tras ser visto con un AK-47 a menos de 500 metros de donde Trump jugaba al golf. Las fuerzas de seguridad, incluyendo el Servicio Secreto, respondieron rápidamente, disparando contra Routh antes de su detención en un condado cercano.
“Un sospechoso está bajo custodia y elogio el trabajo del Servicio Secreto y sus socios encargados de hacer cumplir la ley por su vigilancia y sus esfuerzos para mantener seguros al expresidente y a quienes lo rodean”, dijo Biden en un comunicado, y agregó que estaba “aliviado de que el candidato presidencial republicano estuviera ileso”.
“Hay una investigación activa sobre este incidente mientras las fuerzas del orden reúnen más detalles sobre lo que sucedió”, dijo el presidente estadounidense.
“Como he dicho muchas veces, no hay lugar para la violencia política ni para ningún tipo de violencia en nuestro país, y he ordenado a mi equipo que continúe asegurándose de que el Servicio Secreto tenga todos los recursos, capacidades y medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad continua del expresidente” afirmó el presidente Biden.
El incidente es el segundo intento de asesinato contra el expresidente y actual candidato republicano para las elecciones 2024, Donald Trump, quien en los últimos meses ha reavivado las preocupaciones sobre la seguridad en la actual campaña por la presidencia de los Estados Unidos.
Nancy Pelosi también expresó su rechazo a la violencia, mientras que el congresista republicano Tim Burchett criticó la falta de medidas preventivas, pidiendo una mayor seguridad alrededor de Trump. A pesar de las críticas, Burchett agradeció a los agentes que actuaron para neutralizar la amenaza.
Routh, quien tiene un historial de confrontaciones con la policía y publicó numerosas críticas hacia Trump en redes sociales, fue descrito como tranquilo durante su arresto. El Servicio Secreto investiga si hay conexiones más profundas detrás del atentado.
Este es el segundo intento de asesinato contra Trump desde julio, lo que ha llevado a reforzar las medidas de seguridad en torno al expresidente y su equipo.