El fabricante taiwanés Gold Apollo negó su relación con los buscapersonas utilizados en los ataques en Líbano que causaron la muerte de al menos 12 personas y dejaron cerca de 3,000 heridos. Según informes, los dispositivos explotaron de manera coordinada en todo el país, afectando gravemente a los servicios de emergencia.
Hsu Ching-kuang, fundador de Gold Apollo, aclaró que aunque los buscapersonas llevaban su marca, no eran de su fabricación. Señaló a la empresa húngara BAC Consulting como la responsable de la producción de los modelos implicados, mencionando que BAC tiene licencia para usar su marca en ciertas regiones, pero que el diseño y fabricación corresponden a la empresa europea.
Hezbolá, el grupo militante respaldado por Irán, distribuyó estos dispositivos entre sus miembros para evitar la vigilancia israelí. Tras los ataques, el grupo acusó a Israel de estar detrás de las explosiones, señalando que el Mossad habría insertado explosivos en los buscapersonas. Israel no ha emitido comentarios oficiales.
El incidente ha escalado las tensiones entre Israel y Hezbolá, con el grupo libanés prometiendo represalias, lo que incrementa el riesgo de un conflicto mayor en la región. Mientras tanto, Israel ha evacuado a miles de personas del norte del país debido a los constantes enfrentamientos entre ambos lados.