Microsoft, el principal inversor y socio de OpenAI, ya no será el único proveedor de capacidad informática para la reconocida startup de inteligencia artificial. Aunque conservará un “derecho de preferencia” para futuras necesidades de OpenAI, la relación exclusiva entre ambas compañías ha llegado a su fin.
El anuncio coincide con el lanzamiento del Proyecto Stargate, una iniciativa liderada por el expresidente Donald Trump junto con OpenAI, Oracle y Softbank. Estas empresas planean invertir entre $100,000 millones y $500,000 millones en los próximos cuatro años para desarrollar infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos. Oracle, Arm, Microsoft y Nvidia desempeñarán roles clave en la construcción de esta red tecnológica, con el primer centro de datos en desarrollo en Texas.
En 2019, Microsoft invirtió $1,000 millones en OpenAI, comprometiéndose a trasladar sus servicios a su plataforma en la nube, Azure. Sin embargo, a medida que las necesidades de OpenAI crecieron, Microsoft buscó el apoyo de otros proveedores como CoreWeave. Oracle se unió al panorama en 2022, extendiendo la infraestructura de Azure a su nube.
Aunque OpenAI continuará utilizando Azure y ha realizado nuevos compromisos con esta plataforma, la relación ha mostrado tensiones. En julio, Microsoft calificó a OpenAI como competidor, y su CEO, Satya Nadella, señaló en un podcast que la asociación requiere ajustes mutuos debido a los ambiciosos objetivos de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI.
Las acciones de Oracle subieron un 7% tras el anuncio, mientras esta empresa fortalece su posición en el competitivo mercado de la nube.