DeepSeek ha irrumpido en la escena tecnológica con su modelo de código abierto, desarrollado en solo dos meses por menos de $6 millones. Esto representa una fracción del gasto de empresas estadounidenses como OpenAI y Google, lo que ha generado temores de una disrupción en la industria de la IA.
La aplicación alcanzó rápidamente el primer lugar en la App Store de Apple, desplazando a ChatGPT, y ha desatado inquietud entre las grandes tecnológicas de Estados Unidos.
La Marina de Estados Unidos ha prohibido el uso de DeepSeek, la inteligencia artificial de origen chino que ha sacudido el mercado global. En un memorando enviado el viernes, se instó a los miembros del cuerpo a no utilizar esta tecnología, argumentando “preocupaciones éticas y de seguridad” relacionadas con su origen y manejo de datos.
Este anuncio llega días después del lanzamiento del modelo R1 de DeepSeek, que ha sido elogiado como revolucionario, incluso superando a ChatGPT de OpenAI en pruebas de razonamiento.
La advertencia de la Marina refuerza la percepción de que DeepSeek representa un desafío estratégico para Estados Unidos. David Sacks, asesor en inteligencia artificial de Donald Trump, afirmó que “la carrera de la IA será muy competitiva”, mientras que Trump calificó el ascenso de DeepSeek como “una llamada de atención” para las empresas estadounidenses.
En respuesta, compañías como Meta han intensificado esfuerzos, creando “salas de guerra” para contrarrestar la amenaza de DeepSeek. Mientras tanto, la administración Trump busca fortalecer la competitividad nacional con proyectos como Stargate, una iniciativa conjunta con OpenAI, Oracle y SoftBank para desarrollar infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos.