China ha dado un paso firme en la regulación del sector tecnológico al anunciar una investigación sobre Google por presuntas violaciones a sus leyes antimonopolio. La Administración Estatal de Regulación del Mercado liderará esta indagación, en un contexto de creciente tensión comercial con Estados Unidos.
El anuncio llega poco después de que el gobierno chino impusiera nuevos aranceles a productos estadounidenses clave. A partir del 10 de febrero, el carbón y el gas natural licuado provenientes de EE. UU. enfrentarán un impuesto adicional del 15%, mientras que el crudo, equipos agrícolas y ciertos vehículos verán un aumento del 10% en sus tarifas aduaneras.
Aunque Google suspendió sus operaciones principales en China en 2010, la compañía sigue facilitando publicidad para empresas chinas en el extranjero. Esta investigación podría derivar en sanciones, aunque expertos como Julian Evans-Pritchard, de Capital Economics, sugieren que el proceso podría cerrarse sin penalizaciones.
A nivel global, Google enfrenta un escrutinio cada vez mayor. En EE. UU., una reciente sentencia determinó que la empresa mantiene un monopolio en el mercado de búsquedas en línea. Además, el Departamento de Justicia busca restringir sus acuerdos con Apple y Samsung.
En Reino Unido, la Autoridad de Competencia y Mercados también analiza si Google posee un “estatus de mercado estratégico” bajo su nueva legislación.
Este escenario sugiere que la hegemonía de Google podría estar en la mira de los reguladores en distintas partes del mundo.