Múltiples fuentes y denunciantes han revelado que el FBI está destruyendo pruebas cruciales almacenadas en servidores seguros, incluyendo archivos relacionados con Jeffrey Epstein y otros secretos altamente sensibles.
La revelación, que se ha vuelto viral en redes sociales, fue realizada en un programa del polémico periodista Benny Johnson y ha sido respaldada por periodistas como Michael Shellenberger.
La publicación de Johnson fue posteada en la cuenta oficial de la Congresista Anna Paulina Luna en X, antes Twitter, con un mensaje en donde alude al nuevo encargado del FBI: “Si se hace un seguimiento inmediato de esto, Kash Patel descubrirá exactamente quién destruyó estos documentos y deberán rendir cuentas de inmediato.”
Es importante traer a cuenta que Anna Paulina Luna, congresista republicana por Florida y veterana de la Fuerza Aérea de EE.UU., ha sido designada para liderar un grupo de trabajo dentro del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, centrado en la desclasificación de información gubernamental. Su misión es revelar documentos clasificados sobre eventos clave como los asesinatos de John F. Kennedy y Martin Luther King Jr., los atentados del 11 de septiembre, la lista de clientes de Jeffrey Epstein, fenómenos aéreos no identificados (OVNIs) y los orígenes de la pandemia de COVID-19, entre otros temas.
Benny Johnson, controvertido periodista y presentador, fue uno de los primeros en hacer sonar la alarma sobre la destrucción de evidencia dentro del FBI. “Preguntamos una y otra vez: ¿dónde está la lista de Epstein? ¿Por qué el gobierno federal sigue protegiendo a estos depredadores?”, cuestionó en su programa.
Denuncias explosivas sobre la destrucción de archivos
Uno de los primeros en dar la voz de alarma fue un denunciante del FBI, identificado como Garrett O., quien reveló que dentro de la agencia hay “servidores seguros que están siendo destruidos” con información que podría exponer a figuras de alto perfil. “Hay personas dentro de la agencia que están trabajando día y noche para borrar estos archivos”, advirtió en una entrevista reciente.
Michael Shellenberger, periodista de investigación, amplificó esta revelación afirmando que “una fuente dentro del FBI ha confirmado que empleados de la agencia están destruyendo pruebas”. A esto se sumó la congresista Anna Paulina Luna, quien expresó su preocupación enérgica: “Si la gente está vendiendo secretos a gobiernos extranjeros, eso es traición. No quemes documentos, porque serás considerado responsable. Te encontraremos”.
El testimonio del denunciante Garrett O. fue claro en señalar que estos archivos, que incluyen la famosa lista de clientes de Epstein, están en riesgo de ser eliminados permanentemente. “Hay datos en estos servidores que son tan condenatorios que están siendo aislados en instalaciones seguras para evitar que alguien pueda hacerles análisis forenses”, explicó.
¿Por qué el FBI protege a los involucrados con Epstein?
Desde la muerte en prisión del magnate Jeffrey Epstein, acusado de operar una red de tráfico sexual con menores, la falta de divulgación de su lista de clientes ha generado especulación sobre la complicidad del gobierno estadounidense en encubrir el caso. El propio expresidente Donald Trump y su equipo han prometido la desclasificación de estos archivos, pero ahora, con las revelaciones sobre la destrucción de pruebas, surgen dudas sobre si esta información verá alguna vez la luz del día.
En este contexto, la congresista Luna dejó en claro la gravedad de la situación: “Esta corrupción está siendo expuesta. La traición es real. La quema de archivos, la destrucción de pruebas, la venta de secretos de Estados Unidos a nuestros enemigos. El Estado profundo es todo lo que siempre dijimos que era, y cada vez es peor”.
Una guerra interna dentro de las agencias de inteligencia
El problema va más allá de la lista de Epstein. Según el medio The Federalist, burócratas dentro del gobierno están amenazando con filtrar o vender secretos de Estado si Trump y su equipo continúan con los despidos masivos dentro de la comunidad de inteligencia. CNN incluso reportó que “los empleados despedidos de la CIA podrían vender información clasificada a potencias extranjeras como China o Rusia”, lo que para muchos es una amenaza velada del Estado profundo contra la administración entrante.
La congresista Luna no dudó en calificar esta situación como un acto de traición. “Si filtras información de inteligencia clasificada a un adversario extranjero de Estados Unidos, eso es traición, y serás responsable”, sentenció.
Exigen respuestas inmediatas
Las revelaciones han intensificado las presiones sobre el FBI y la administración de Trump para actuar rápidamente antes de que la información desaparezca por completo. “Quiero cualquier documento cuando esté disponible. No importa el orden, pero tiene que ser público”, afirmó la congresista Luna, asegurando que su equipo ya está investigando las denuncias sobre la destrucción de pruebas.
Con un Congreso dividido y un gobierno en transición, la pregunta que muchos se hacen es si finalmente se conocerá la verdad sobre la lista de Epstein y otros secretos ocultos dentro del FBI o si, una vez más, la evidencia desaparecerá sin dejar rastro.
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