El inicio del segundo mandato de Donald Trump ha resultado ser una pesadilla financiera para varios de los multimillonarios que estuvieron presentes en su toma de posesión el 20 de enero. Según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, cinco de ellos han perdido un total de $209,000 millones en solo siete semanas, debido a la volatilidad de los mercados y el impacto de las políticas económicas del presidente.
Antes de la investidura, la expectativa de políticas favorables para las empresas impulsó un alza en el mercado, con el S&P 500 alcanzando máximos históricos y las acciones tecnológicas disparándose. Tesla, por ejemplo, ganó un 98% tras las elecciones, y Meta creció un 20% en las primeras semanas del nuevo mandato. Sin embargo, este optimismo se desvaneció rápidamente cuando los despidos masivos en el sector público y la incertidumbre sobre los aranceles comenzaron a golpear a los mercados. Desde entonces, el S&P 500 ha caído un 6.4%, perdiendo un 2.7% solo el lunes.
Elon Musk es el mayor afectado, con una pérdida de $148,000 millones. Su fortuna alcanzó un récord de $486,000 millones en diciembre, pero el colapso de las acciones de Tesla y la caída del 70% en las ventas en Alemania han destruido sus ganancias. Jeff Bezos ha visto desaparecer $29,000 millones, con las acciones de Amazon cayendo un 14% desde enero. Sergey Brin, de Alphabet, perdió $22,000 millones tras resultados decepcionantes y presiones del gobierno para dividir su empresa de motores de búsqueda.
Mark Zuckerberg y Bernard Arnault también han sufrido el golpe, con pérdidas de $5,000 millones cada uno. Meta, que se mantuvo fuerte a inicios de año, ahora ha devuelto todas sus ganancias, mientras que LVMH enfrenta amenazas por nuevos aranceles que podrían hundir aún más sus ventas.
El panorama para estos magnates sigue siendo incierto, y aunque Trump sigue promoviendo sus políticas económicas como un impulso para la inversión, los números muestran que la volatilidad y las tensiones comerciales han convertido el arranque de su mandato en una pesadilla para los más ricos del mundo.