Un mal comienzo de año, menos clientes y más presión económica: el panorama en McDonald’s no es precisamente dorado. El gigante de la comida rápida registró su mayor caída en ventas comparables en EE.UU. desde la pandemia, dejando claro que ni las ofertas ni los nuggets están logrando atraer a los comensales como antes.
Durante el primer trimestre, las ventas en tiendas comparables de la cadena en Estados Unidos cayeron 3.6%, superando por mucho el descenso del 1.7% que esperaban los analistas. Es la peor cifra desde el desplome del 8.7% en 2020. En palabras del CEO Chris Kempczinski, “la presión económica sobre el tráfico se ha intensificado”, señalando que los consumidores de ingresos bajos y medios simplemente están dejando de visitar los restaurantes.
A nivel global, las ventas comparables bajaron 1%. Aun así, las ganancias ajustadas por acción alcanzaron los $2.67, superando por poco las expectativas. Los ingresos, en cambio, decepcionaron: $5,960 millones frente a los $6,090 millones esperados. La utilidad neta fue de $1,870 millones, menor que los $1,930 millones del año pasado.
McDonald’s intenta revertir la caída con combos económicos, promociones temáticas y el regreso de productos como los wraps. Las nuevas tiras McCrispy y la alianza con Minecraft ya muestran señales positivas, pero el desafío persiste.
En mercados como Australia y Francia, las ventas también retrocedieron 1%. Solo en países con licencias como Japón y Brasil hubo un repunte de 3.5%. Aun así, la compañía mantiene sus planes de expansión y prevé abrir 2,200 locales este año.
El imperio de las hamburguesas enfrenta vientos en contra… y esta vez, ni el menú de $5 parece suficiente.
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