Un movimiento inesperado puso en alerta al sector energético esta semana. Y es que, tras semanas de rumores y negociaciones discretas, una de las compras más grandes del año finalmente se hizo oficial.
Blackstone Infrastructure anunció la adquisición de TXNM Energy Inc. por aproximadamente $5,700 millones, en una operación que marca una nueva fase en la consolidación energética de Estados Unidos.
Los accionistas de TXNM recibirán $61.25 por acción en efectivo, según confirmó la compañía este lunes. La operación representa un valor empresarial total de $11,500 millones si se incluye la deuda neta, aunque Blackstone aseguró que no aumentará el apalancamiento de TXNM para financiar la adquisición.
La demanda de electricidad está resurgiendo con fuerza después de dos décadas de estancamiento, impulsada por la construcción masiva de centros de datos, fábricas y la creciente electrificación de la economía. Esta dinámica ha desatado una ola de acuerdos millonarios. Solo la semana pasada, NRG Energy acordó pagar $12,000 millones por 13 gigavatios de capacidad, mientras que Vistra Corp. compró plantas de gas por $1,900 millones y Constellation Energy selló la adquisición de Calpine por $16,400 millones en enero.
TXNM, anteriormente conocida como PNM Resources Inc., opera dos empresas de servicios públicos que abastecen a más de 800,000 hogares y negocios en Nuevo México y Texas. En 2020, la firma había llegado a un acuerdo de venta con Avangrid Inc., filial de la española Iberdrola SA, por $4,300 millones, pero fue rechazado por los reguladores de Nuevo México.
Tras el anuncio, las acciones de TXNM se dispararon hasta un 15%, cotizando a $60.94 en las operaciones previas a la apertura del mercado. La jugada de Blackstone podría redefinir el mapa energético del suroeste estadounidense.
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