El panorama en los aeropuertos cambiará radicalmente para millones de pasajeros acostumbrados al estilo distintivo de Southwest Airlines. Sin alarmas para conseguir lugar, sin postes de grupos ABC, sin carreras a bordo. El 27 de enero marcará el fin de una era.
Ese día, la aerolínea comenzará oficialmente a operar con asientos asignados, una decisión que acompaña una serie de transformaciones en su modelo de negocio. Los billetes con selección de asiento podrán comprarse desde el 29 de julio, en lo que representa el cambio más disruptivo en la historia de Southwest.
“Queríamos asegurarnos de que… optimizáramos la eficiencia, pero también… cuidar a nuestros clientes más leales”, explicó Stephanie Shafer Modi, directora general de tarifas y productos complementarios. El nuevo sistema contempla ocho grupos de embarque, organizados por tipo de boleto, estatus de viajero frecuente y ubicación del asiento.
Southwest estima que estas reformas generarán $800 millones adicionales este año y hasta $1,700 millones para 2026. Los pasajeros de primera clase y miembros de élite subirán primero, mientras que quienes viajen con boletos “Choice” o “Básico” quedarán en los últimos grupos.
Aunque la aerolínea no reveló cuánto costará elegir asiento, confirmó que ofrecerá tres categorías: estándar, preferente y con espacio extra para las piernas. Unos 200 aviones Boeing ya fueron reconfigurados para incorporar esta opción.
Shafer Modi reconoció que, aunque el proceso cambiará, Southwest “hará todo lo posible para asegurarse de que las familias se sienten juntas”. El objetivo: mantener la lealtad del cliente, ahora bajo nuevas reglas. Y con ello, dar paso a una nueva etapa en los cielos.
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