Los inversionistas en Estados Unidos atraviesan una semana de sobresaltos marcada por datos contradictorios, movimientos corporativos polémicos y un creciente cruce entre política y economía. Desde las tensiones inflacionarias hasta la injerencia de Donald Trump en el sector privado, los analistas advierten que el mercado enfrenta una etapa de alta sensibilidad.
Inflación persistente y temores de estanflación
Robert G. Checchia, Chief Financial Officer de Benzinga, aseguró que los últimos reportes ofrecen señales confusas. El índice de precios al consumidor se ubicó en 2.7%-2.8% anual, mientras que el índice de precios al productor registró un salto inesperado de 9%, el más alto en tres años.
“Si esta tendencia persiste y el crecimiento se estanca, podríamos acercarnos a una situación de estanflación. Por ahora es solo una alerta temprana, no una realidad instalada”, afirmó Checchia. Según el experto, la clave será observar si el Producto Interno Bruto registra dos trimestres consecutivos de caída hacia finales de año.
El panorama laboral tampoco ofrece tranquilidad. Las solicitudes de subsidio por desempleo bajaron a 204,000, pero siguen en niveles altos. “El mercado laboral muestra enfriamiento, pero no desplome. Lo preocupante es la tendencia: si los claims aumentan sostenidamente, podría indicar estrés estructural”, explicó.
Tecnología bajo presión: concesiones en China y planes de Apple
En el frente corporativo, Nvidia y AMD acordaron reducir 15% la potencia de sus chips para poder seguir vendiendo en China y ceder 15% de sus ingresos al gobierno estadounidense. Checchia lo calificó como “el menos peor de los escenarios”, al evitar una exclusión total del mercado chino, aunque advirtió que la medida puede limitar el liderazgo tecnológico.
Apple, por su parte, anunció un plan de $600,000 millones para expandir la producción en Estados Unidos, creando 20,000 empleos directos. Sin embargo, el reto es monumental. “Un iPhone hecho completamente en Estados Unidos podría costar entre $3,500 y $4,000, lo que no es viable hoy en el mercado”, señaló el analista.
Política y credibilidad institucional en entredicho
La salida del CEO de Intel tras presiones públicas de Donald Trump reabrió el debate sobre la influencia del poder político en empresas privadas. Checchia advirtió que “aunque los presidentes carecen de autoridad legal directa, la influencia política puede ejercer presión en decisiones corporativas clave”.
El cambio de liderazgo en el Bureau of Labor Statistics (BLS) también generó dudas. Un sondeo reciente reveló que 58% de los estadounidenses desconfía de los datos oficiales de inflación y empleo. “La percepción de manipulación está afectando la confianza en los mercados y obliga a los inversionistas a buscar fuentes alternativas”, alertó Checchia.
De cara a la próxima reunión de la FED en septiembre, el experto anticipó un recorte en las tasas de interés. “Al mínimo será 0.25, pero creo que podría ser 0.50. Una caída mayor impactaría al mercado más allá de lo ya descontado en precios”, concluyó.
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