Las recientes declaraciones del presidente Donald Trump sobre un posible acuerdo para importar carne desde Argentina han encendido un debate en Washington y en los campos del medio oeste. La medida, presentada como un intento por reducir los precios en los supermercados, ha generado rechazo incluso dentro de su propio partido, con voces que advierten un fuerte golpe al sector ganadero nacional.
Fischer se enfrenta a la Casa Blanca
La senadora republicana Deb Fischer, de Nebraska, criticó duramente la propuesta al considerar que “no es el camino” para aliviar los precios de la carne. En una publicación en X, Fischer aseguró que ya expresó “profundas preocupaciones” a la administración Trump, alertando que la intervención en el mercado podría dañar a los productores que apenas se mantienen a flote.
“Estados Unidos tiene carne segura y confiable. Interferir con ese mercado perjudicará a los ganaderos de Nebraska y al motor agrícola del país”, escribió. Fischer instó al gobierno a priorizar acuerdos comerciales que fortalezcan a los productores nacionales, no a las importaciones que “harán más daño que bien”.
El acuerdo y las críticas del sector
Trump adelantó que su gobierno “está pensando en cerrar” el acuerdo con Argentina, país que atraviesa una grave crisis económica. “Compraríamos carne de Argentina. Si lo hacemos, bajaremos los precios”, dijo a periodistas en el Air Force One. El mandatario desestimó las preocupaciones de los agricultores locales y defendió al presidente argentino, Javier Milei, como “un aliado que lucha por sobrevivir en un mundo libre”.
Las reacciones no se hicieron esperar. La Asociación Nacional de Ganaderos de Carne de Vacuno advirtió que esta medida “creará caos” en un momento clave para el sector, sin beneficiar realmente a los consumidores. El temor entre los productores es que la apertura a las importaciones argentinas deprima los precios internos justo cuando el mercado estadounidense enfrenta una disminución de la oferta de ganado.
El Departamento de Agricultura confirmó que los precios de la carne de res siguen altos pese a la caída en otras proteínas, y que recuperar el equilibrio tomará tiempo. Mientras tanto, los ganaderos de EE. UU. temen que la política de Trump ponga en riesgo su estabilidad y la de miles de comunidades rurales que dependen del campo.
No te pierdas la señal en vivo de Comercio TV aquí y mantente al día en la actualidad financiera