El inicio de noviembre marcará un duro golpe para millones de hogares estadounidenses que dependen del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP). El Departamento de Agricultura (USDA) confirmó que los 42 millones de beneficiarios no recibirán su ayuda mensual debido al cierre del gobierno federal, iniciado el 1 de octubre tras el fracaso del Congreso para aprobar el presupuesto del año fiscal 2026.
“El pozo se ha secado”, admite el USDA
A través de un comunicado publicado el 27 de octubre, el USDA declaró que no se emitirán beneficios SNAP a partir del 1 de noviembre. “En resumen, el pozo se ha secado”, señaló el mensaje. La agencia, dirigida por Brooke Rollins, designada por el presidente Donald Trump, responsabilizó a los legisladores demócratas por mantener el cierre, acusándolos de priorizar debates sobre salud pública en lugar de reabrir el gobierno y garantizar la asistencia alimentaria.
Durante octubre, los pagos se entregaron con normalidad, pero el USDA aclaró que ya no puede acceder a fondos de contingencia. Dichos recursos, según una carta enviada a medios de comunicación, solo pueden usarse para complementar asignaciones existentes, no para sustituir el financiamiento regular del nuevo año fiscal.
Estados y beneficiarios, sin margen de acción
La carta también confirmó que los gobiernos estatales no podrán adelantar pagos del SNAP ni recibir reembolsos posteriores, incluso si tienen recursos disponibles. “La mejor manera de que SNAP continúe es que termine el cierre”, reiteró la agencia.
El USDA había advertido el 10 de octubre a las agencias estatales que pausaran el envío de datos de hogares elegibles al sistema de Transferencia Electrónica de Beneficios (EBT). Con esto, se paralizó toda la logística necesaria para distribuir los fondos de noviembre.
Alternativas y efectos inmediatos
La falta de financiamiento deja a millones de familias en una situación crítica. El USDA recomendó acudir a bancos de alimentos y programas de comidas subsidiadas como Feeding America, que conecta donaciones con comunidades locales. Aunque los fondos del SNAP se renuevan mensualmente, los saldos restantes en las tarjetas EBT podrán utilizarse durante un año completo, ofreciendo un alivio temporal a quienes aún tengan recursos.
La comunidad latina en EE. UU., que representa un alto porcentaje de los beneficiarios del SNAP, será una de las más afectadas. Para muchas familias hispanas, este programa no solo significa acceso a alimentos básicos, sino también estabilidad en medio de la incertidumbre económica que podría prolongarse mientras persista el cierre federal.
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