La pandemia ha reorientado el orden económico mundial y una señal de ello es que Europa ahora comercia más bienes con China que con Estados Unidos. Según la oficina europea de estadísticas, las importaciones a la Unión Europea (UE) desde China aumentaron un 5.6%, mientras que las exportaciones crecieron un 2.2%.
A la par, hubo una “caída significativa” en el comercio con los Estados Unidos, con las importaciones disminuyendo un 13.2% y las exportaciones retrocediendo un 8.2%. El valor total del comercio de mercancías entre la UE y China el año pasado fue de 586 billones de euros (706 billones de dólares), unos 31 billones de euros (37 billones de dólares) más que entre la Unión Europea y Estados Unidos.
La economía de China se expandió un 2.3% el año pasado, mientras que en Estados Unidos la producción se contrajo un 3.5%. Eso permitió a China, la segunda economía más grande del mundo, aumentar su influencia sobre Europa.
Daniel Gros, miembro del Centro de Estudios de Política Europea, dijo que el cambio no debería ser una sorpresa dado el dominio de China en la industria global. Sin embargo, enfatizó que los lazos de Europa con Estados Unidos siguen siendo muy fuertes.
La Unión Europea continúa exportando mucho más a Estados Unidos que a China, generando una cantidad significativa de empleos, señaló. Los datos tampoco tienen en cuenta el comercio transatlántico de servicios, que tiene un valor de unos 494 billones de euros (595 billones de dólares) al año.
“La relación transatlántica sigue siendo mayor y mucho más fuerte que la que existe entre Europa y China“, dijo Gros. “Es mucho más profundo porque tiene más inversión transfronteriza y empresas transnacionales de una manera que no se tiene con China“.
Aún así, Bruselas busca profundizar su relación económica con China, a pesar de ver al país como un “competidor estratégico” y un “rival sistémico“.
Europa comparte las preocupaciones de Estados Unidos sobre las prácticas comerciales y tecnológicas de Beijing. Pero a fines del año pasado, finalizó un acuerdo de inversión con China destinado a impulsar el acceso al mercado. La Comisión Europea dijo que estableció “obligaciones claras para las empresas estatales chinas“, que a menudo están fuertemente subsidiadas, y estableció reglas contra las transferencias forzadas de tecnología.
El acuerdo generó fricciones con Estados Unidos. Jake Sullivan, quien ahora es el asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, instó a los líderes de la UE a abordar las preocupaciones compartidas sobre Beijing con la administración entrante.
El cambio de la dinámica comercial podría complicar los esfuerzos de Biden para restablecer las relaciones con los aliados y construir una coalición global para hacer que China rinda cuentas. Gros, sin embargo, dijo que el texto completo del acuerdo de inversión de la UE finalmente carecía de sustancia. Aconsejó a la administración de Biden que mirara más allá de los titulares y viera que el contenido del acuerdo, que tardó siete años en negociarse, cambiaba “muy poco“.
“Antes de ese acuerdo, la UE ya estaba abierta a China, entonces, ¿qué concesiones podría ofrecer? Ninguna“, dijo. “Entonces, ¿qué concesiones podría esperar que haga China?”.