Los precios del petróleo experimentaron su tercera caída semanal consecutiva la semana pasada, marcando la racha de pérdidas más larga de este año. Según algunos observadores del mercado, esta tendencia está comenzando a tocar fondo y se espera un repunte más significativo en los próximos trimestres.
El Brent ha caído un 8% en lo que va del año, al corte del 5 de mayo. El miércoles, el índice de referencia registró un precio de $72.33, marcando el nivel más bajo desde diciembre de 2021, según datos de Refinitiv. De manera similar, West Texas Intermediate ha experimentado una caída del 11% este año.
El descenso de los precios se atribuye a una confluencia de preocupaciones económicas, como la inflación que ha mermado la capacidad de compra, al igual que la política de alzas en el tipo de interés aplicada por la FED y por varios Bancos Centrales alrededor del planeta.
“La presión de la acción antiinflacionaria emprendida tanto por la FED de EE. UU. como por el BCE [Banco Central Europeo], han resultado en un crecimiento mediocre de la demanda de combustible para la mayor parte de la OCDE, con riesgos de recesión por delante”, escribió dijo el director global de investigación de productos básicos de Citi, Ed Morse.
Por otra parte, las fuertes sanciones contra Rusia parecen no haber surtido el efecto esperado. “La producción y las exportaciones de petróleo de Rusia han resistido a pesar del anuncio de un recorte de producción de 500.000 barriles por día”, dijo Kang Wu, jefe de análisis de demanda global y Asia de S&P.
Wu de S&P reconoce que todavía hay una “gran incertidumbre” sobre cuál será el próximo movimiento de la OPEP.
“A menos que vean una destrucción real de la demanda, ya sea debido a un debilitamiento de la economía o al aumento de los precios, probablemente esperarán un poco más para decidir qué hacer”.
“Los inventarios aumentaron mucho durante el primer y segundo mes del año, y luego bajaron. Así que eso es parte de calcular que está en el fondo”, agregó Wu.
Dijo además que los mercados actualmente enfrentan el impacto de los recientes recortes de producción de la OPEP+, y el mundo se está moviendo hacia una temporada de mayor demanda.
Goldman Sachs ha mantenido sus pronósticos de un precio más alto del crudo. “Nuestra previsión sigue siendo que el Brent suba a 95 dólares por barril en diciembre y a 100 dólares por barril en abril de 2024, ya que esperamos grandes déficits en el segundo semestre”, afirmó el banco de inversión en un informe publicado el fin de semana.