La industria de la moda está buscando mejorar su sostenibilidad y reducir su impacto ambiental. Marcas como Zara, Uniqlo y H&M están impulsando iniciativas de reparación para prolongar la vida útil de la ropa y reducir el desperdicio.
Según la Fundación Ellen MacArthur, cada segundo en todo el mundo se arroja un camión lleno de textiles usados al vertedero o se incineran. Además, se estima que 92 millones de toneladas de prendas son arrojadas a los basureros anualmente.
La ropa comprada en tiendas de moda rápida a menudo se desecha después de menos de un año de uso, lo que contribuye significativamente al problema de los desperdicios.
La adopción de una cultura de reparaciones y otras iniciativas sostenibles, está siendo impulsada no solo por la presión de los consumidores, sino también por los reguladores y organizaciones internacionales.
El Parlamento Europeo ha aprobado una nueva estrategia para que las empresas de moda operen bajo estándares ambientales más estrictos en ese continente. También se han establecido cartas y compromisos liderados por la ONU, en los cuales marcas como Gap, H&M e Inditex se comprometen a reducir sus emisiones y mejorar su sostenibilidad.
Si bien las marcas de lujo, como Hermès o Louis Vuitton, ya ofrecen servicios de reparación y los clientes ven valor en prolongar la vida útil, para las marcas que venden ropa más barata, la ecuación es más compleja ya que pueden encontrar desafíos en obtener la demanda suficiente para que la reparación sea rentable, y por otra parte, los consumidores podrían no ver mucho valor en reparar prendas de bajo costo.
Uniqlo, una marca japonesa, ha implementado una solución innovadora al abrir lugares donde los clientes pueden pagar $5 por una reparación sencilla e incluso tienen la opción de elegir transformar sus prendas en algo nuevo y original.
Marcas como H&M buscan duplicar las ventas pero al mismo tiempo reducir en 50% su impacto ambiental. Para lograrlo, ha implementado estaciones de reparación en tiendas ubicadas en siete ciudades, incluyendo París y Estocolmo. Además, ofrece tutoriales de reparación en línea y vende productos que incluyen parches decorativos diseñados para animar a los clientes a arreglar su propia ropa.
Por otro lado, para COS, la marca premium de H&M, las reparaciones son una opción más viable. COS cuenta con 254 tiendas en todo el mundo, incluyendo 20 en el Reino Unido y 11 en los Estados Unidos. En mayo, implementaron un programa de restauración en todo el Reino Unido en colaboración con The Seam, un portal digital que funciona como un servicio similar a Uber para arreglos de prendas de vestir.
Esta plataforma está emergiendo para conectar a más marcas y consumidores con reparadores independientes, facilitando el proceso de refacción y extendiendo su alcance. The Seam cobra un 20% de comisión por cada trabajo realizado.
Layla Sargent, fundó de The Seam en 2019 y hace unos días informó que la demanda de reparaciones está experimentando un crecimiento mensual del 20% a medida que la tendencia gana impulso.
Los artículos reparados a través de la plataforma suelen tener un valor de £80 o más, aunque este número está disminuyendo a medida que se incrementa la participación.
La industria de la moda está reconociendo la importancia de la sostenibilidad y está tomando medidas para reducir el desperdicio y mejorar su impacto ambiental. La adopción de reparaciones y otras iniciativas sostenibles es un paso importante para alcanzar estos objetivos, aunque se enfrentan desafíos para lograrlo a gran escala.