WeWork, la compañía de oficinas compartidas que alguna vez fue valorada en $47 mil millones, dijo este viernes que se someterá a una división inversa de acciones de 1 por 40 para tratar de evitar que sus acciones sean eliminadas de la lista.
“La división inversa de acciones se está realizando para recuperar el cumplimiento del precio de cierre mínimo de $1.00 por acción requerido para mantener la cotización continua en la Bolsa de Valores de Nueva York”, dijo WeWork en una presentación ante la SEC.
Una división inversa de acciones, o reverse split en inglés, es una estrategia que implementan algunas empresas que cotizan en bolsa, mediante la cual reducen el número total de acciones a menos cantidad pero más valiosas.
Las acciones de WeWork cayeron un 11% tras el anuncio, cerrando en 14 centavos. Han estado cotizando por debajo de $1 desde fines de marzo, y la capitalización de mercado de la compañía ahora se ubica en alrededor de $300 millones.
La división inversa entrará en vigencia después del cierre de operaciones el 1 de septiembre, dijo la empresa. La medida no hará nada para mejorar las finanzas o la valoración de la compañía pero, elevaría el precio de las acciones a $5.60.
Si no se mantiene un precio de acción de $1 durante 30 días, la Bolsa de Nueva York puede provocar una exclusión de la lista.
Con o sin un precio de las acciones más alto, la realidad es que WeWork está en una situación desesperada. La semana pasada, la compañía afirmó que sus crecientes pérdidas y la disminución de su efectivo “plantean dudas sustanciales sobre nuestra capacidad para continuar como negocio en marcha”.
WeWork tuvo una pérdida neta en la primera mitad de este año de $700 millones después de perder $2,300 millones en 2022. Al 30 de junio, tenía $205 millones en efectivo y equivalentes y una liquidez total de $680 millones. Tiene $2.91 mil millones en deuda a largo plazo.
La compañía ha sufrido uno de los colapsos corporativos más espectaculares en la historia reciente de los Estados Unidos. Valuada hace cinco años en $47 mil millones por SoftBank de Masayoshi Son, la compañía intentó y fracasó en cotizar en bolsa en 2019. Luego se lanzó nuevamente y en 2021 lo logró a través de una empresa de adquisición de propósito especial, o SPAC. Desde finales de 2021, la acción ha perdido el 98% de su valor.
Con su negocio ya en dificultades, la pandemia causó más dolor ya que muchas compañías terminaron abruptamente sus contratos de arrendamiento, y la caída económica que siguió llevó incluso a que más clientes cerraran sus puertas.