GAP publicó esta semana un informe con los resultados del último trimestre y se conocieron cifras agridulces para la famosa cadena de tiendas, incluso algunos calificaron el reporte como “decepcionante”, aunque la misma compañía había advertido sobre un comportamiento del consumidor “incierto” para sus cuatro marcas: Old Navy, Athleta, Banana Republic y GAP.
Las ventas cayeron un 8% a $3,550 millones, en comparación con los $3,860 millones del año anterior, lo que representa una caída de ventas interanual más pronunciada que la del primer trimestre fiscal. En dos años, los ingresos cayeron un 15.7%.
La cadena de tiendas de ropa proyecta que las ventas netas disminuirán en dos dígitos para el tercer trimestre fiscal, mientras los analistas eran más optimistas y esperaban que en el tercer trimestre disminuyeran solo un 6.8%, según informó Refinitiv.
Las ganancias por acción fueron de 34 centavos, frente a los 9 centavos esperados. Entre tanto, los ingresos alcanzaron los $3,550 millones, muy similar a los $3,570 millones esperados. Los ingresos netos reportados por GAP para el trimestre fueron de $117 millones de dólares, o 32 centavos por acción, en comparación con una pérdida de $49 millones de dólares, o 13 centavos por acción, que tuvieron el año pasado. Excluyendo los costos extraordinarios de reestructuración, GAP reportó un ingreso neto de 34 centavos por acción.
El negocio del fabricante de prendas de vestir ha estado bajo presión durante numerosos trimestres, mientras lucha por mantener su participación de mercado y recuperar la relevancia que alguna vez lo identificó.
Durante una llamada con analistas, los ejecutivos hablaron repetidamente sobre el “entorno débil en el sector de vestuario”, el “mercado de consumo agitado” y un consumidor objetivo que está bajo “presión”.
El conglomerado está sintiendo un fuerte impacto sobre todo en su mayor generador de ingresos, Old Navy, donde los clientes de bajos ingresos están reduciendo sus gastos en medio de una alta inflación, costosas tasas de interés y la inminente reanudación de los pagos de préstamos estudiantiles.
“Todos somos conscientes de los datos económicos mixtos y las tendencias inciertas de los consumidores en el mercado, incluida la nueva dinámica con respecto a los pagos de préstamos estudiantiles que comienzan en el tercer trimestre”, dijo la jefa de finanzas Katrina O’Connell.
“Como resultado, seguimos siendo prudentes en nuestro enfoque de planificación a la luz de lo que sigue siendo un entorno macroeconómico incierto y un contexto de consumo agitado”, agregó.
Las ventas disminuyeron un 6% en Old Navy, además de una fuerte caída del 13.6% en el período del año anterior.
Los analistas y director general de GlobalData, Neil Saunders, manifestaron al respecto de estos resultados: “El principal comprador familiar de Old Navy se encuentra bajo una presión financiera significativa y ha recortado sus gastos, pero ni de lejos a este nivel. Eso significa que parte del problema de Old Navy es que sus compradores están desertando para comprar ropa en otros lugares”.
“Si bien parte del problema es que la gente busca alternativas de menor precio, también es consecuencia de las gamas y estilos aburridos de Old Navy”. “En nuestra opinión, la marca ha perdido su ventaja y produce más de lo mismo temporada tras temporada, en lugar de dejarse llevar por las tendencias”, añadió.
Finalizó diciendo: “Esto, combinado con un consumidor más cauteloso, es una combinación perdedora”.