Está claro que las prendas deben lavarse después de algunas posturas. Sin embargo, en el caso de los jeans, la opinión está dividida, e incluso hay quienes sostienen que nunca deberían lavarse.
El CEO de Levi Strauss, Charles Bergh, podría haber influido en esta perspectiva ya que durante un evento en 2014 pareció insinuar que este tipo de prendas no deberían ponerse a lavar. Sin embargo, este año fue tajante y manifestó: “Nunca dije que no lavaras los jeans”, aclaró a la CNBC como parte del programa “Managing Asia” transmitido el mes pasado.
A pesar de sus afirmaciones, se ha conocido que Bergh no utiliza una lavadora para limpiar sus jeans, siguiendo el consejo de los amantes del denim que argumentan que lavarlos afecta su forma y color, y que mantenerlos sin lavar mejora su apariencia debido a las arrugas y la exposición a los elementos. Además, prolonga su durabilidad y evita el desgaste de las fibras.
“Si me cae un poco de salsa en mis jeans, los limpiaré, pero solo en esa parte. Y si se ponen muy asquerosos, ya sabes, sudé o algo así, los lavo en la ducha”, ha dicho el alto ejecutivo de la famosa marca.
Este enfoque también tiene implicaciones medioambientales ya que reduce la huella de carbono de la industria de la moda, al usar menos agua. Lavar la ropa con menos frecuencia es beneficioso para el medio ambiente, considerando el alto consumo de agua y energía de las lavadoras. Además, la ropa sintética libera microplásticos, contribuyendo a la contaminación.
En Estados Unidos, la práctica común es lavar los jeans después de cada uso y, por otro lado, en algunas otras partes del mundo se pone en la lavadora luego de varios usos.
Aunque la frecuencia de lavado de los jeans puede ser debatible, en todo caso, la idea de reducirla teniendo en cuenta la sostenibilidad y la huella ambiental es algo que muchos expertos sugieren considerar y una tendencia que ha ido creciendo entre las nuevas generaciones.