Los precios minoristas de la carne vacuna en Estados Unidos llegaron a niveles récord, ocasionando un alza de los costos de las recetas a base de este producto. ¿Cuál es la causa? Se debe en gran medida a la disminución de la oferta de ganado, así como a los mayores costos de los insumos, según afirmaron observadores del mercado que además opinan que la situación no cambiará en el futuro cercano.
Los precios minoristas de la carne vacuna actualmente rondan alrededor de $8 por libra, según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
“Todos los consumidores pagarán más por todos los productos cárnicos durante varios años”, dijo a la cadena estadounidense CNBC, el economista agrícola jefe de Wells Fargo, Michael Swanson.
Los rebaños de ganado en Estados Unidos se han reducido a su “número más pequeño en décadas” como resultado de una sequía prolongada en estados ganaderos clave como Texas y Kansas, opinó Swanson.
En su último informe ganadero de septiembre, el USDA, por sus siglas en inglés, mantuvo su pronóstico de que espera que la producción de carne vacuna en la segunda mitad de este año disminuya en 180 millones de libras desde agosto hasta diciembre.
“A medida que los ganaderos retienen vacas para reconstruir el rebaño, hay una oferta mucho menor de ganado para producir carne”, dijo Swanson.
Si los ganaderos retienen el ganado por más tiempo, no sólo reducen la oferta de carne vacuna, sino que también aumentan los costos de los insumos, que eventualmente se trasladan a los consumidores.
“Los costos de los insumos se han disparado, todo, desde la mano de obra hasta el transporte, ha aumentado los costos de los paquetes”, dijo Brian Earnest, economista principal de proteína animal en la asociación de crédito agrícola Cobank, quien también ha manifestado que los productores han estado luchando contra un clima seco prolongado y malas condiciones de forraje desde 2020.
Los suministros de heno, que son cultivos que requieren mucha agua y se utilizan para alimentar al ganado, se vieron afectados por una serie de sequías graves en 2022. En diciembre, las existencias de heno seco cayeron a sus niveles más bajos desde 1954: 71.9 millones de toneladas.
Las cifras más recientes del USDA de mayo estimaron que las existencias de heno en las granjas eran un 13% inferior a las del año pasado.
“Así que los ganaderos liquidaron el rebaño reproductor… porque no podían permitirse el lujo de alimentarlos, y eso nos da el inventario de ganado más bajo en nueve años”, dijo Speck.