Luego del despido de Sam Altman de la dirección ejecutiva de OpenAI, se anunció de inmediato que Mira Murati, directora de tecnología, sería su reemplazo provisional. Posteriormente y tan solo un día después, se confirmó que Emmett Shear, ex cofundador y director ejecutivo de Twitch, será el sucesor de Altman.
En una publicación en X la madrugada del lunes, Shear manifestó que recibió una llamada de OpenAi pidiéndole que se convirtiera en su nuevo director ejecutivo.
“Después de consultar con mi familia y reflexionar sobre ello durante unas pocas horas, acepté”, dijo Shear en la publicación X.
Emmett Shear es un nombre conocido dentro de Silicon Valley, aunque muy poco fuera de allí. El ejecutivo tecnológico fue el encargado de liderar la trayectoria exitosa de Twitch. Cabe recordar que fue el mismo Shear junto a Justin Kan, Michael Seibel y Kyle Vogt, quienes fundaron Twitch en 2007.
Twitch fue adquirida por Amazon por mil millones de dólares en 2014 y Shear renunció como director ejecutivo de Twitch el año pasado.
Durante su estancia en la empresa, enfrentó tensiones por parte de streamers que creían que la plataforma no defendía sus intereses. Se encontró atrapado en una tensa batalla con su rival YouTube por los talentos, y este último atrajo a varias personalidades de alto perfil de Twitch con lucrativos acuerdos de transmisión exclusivos.
Antes de que Shear fundara Twitch, fue cofundador de Kiko Calendar, una aplicación de calendario en la que trabajó durante el programa Y Combinator de 2005.
“Recientemente renuncié a mi puesto como director ejecutivo de Twitch debido al nacimiento de mi hijo que ahora tiene 9 meses”, dijo Shear en la publicación en X durante la madrugada del lunes.
“Acepté este trabajo porque creo que OpenAI es una de las empresas más importantes que existen actualmente. Cuando la junta compartió la situación y me pidió que asumiera el cargo, no tomé la decisión a la ligera. Al final sentí que tenía el deber de ayudar si podía”, añadió.
Como director de OpenAI, Shear probablemente enfrentará presión de los reguladores que han puesto la lupa sobre las empresas de IA, dados los riesgos que plantea la tecnología en torno a la desinformación y el posible desplazamiento de puestos de trabajo.
El propio Altman ha advertido sobre la amenaza que representa la inteligencia artificial sobre la humanidad. Incluso Shear ha hecho varios comentarios similares.