La deuda pública, es decir lo que debe en total un gobierno a sus acreedores, sobrepasó los $34.13 billones de dólares esta semana, según cifras publicadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
“Este es un disparo de advertencia al gobierno de Estados Unidos de que necesita enderezar su barco fiscal”, dijo Sean Snaith, economista de la Universidad de Florida Central.
Estos datos reflejan una alarmante situación que ha ido creciendo durante los últimos años. Cabe recordar que hace apenas una década, en 2013, rondaba los $13.26 billones de dólares, es decir la deuda pública se ha más que duplicado en 10 años. Esta situación llevó a Fitch Ratings a emitir una rebaja de la calificación crediticia a largo plazo del país a mediados de 2023, pasando de AAA a una calificación AA+.
El aumento de las tasas de interés a nivel mundial durante todo 2023 ha encarecido aún más el costo de la deuda nacional, convirtiendo esta situación en una espiral ascendente que aumenta el riesgo de cumplimiento de EE. UU. hacia sus acreedores.
Una encuesta del Pew Research Center publicada en 2023 encontró que el 57% de los estadounidenses cree que reducir el déficit presupuestario debería ser una prioridad máxima para el presidente y el Congreso.
Recientemente el presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, dijo que Estados Unidos se está acercando rápidamente a un precipicio a medida que la deuda descontrolada del país continúa creciendo.
Estas fuertes declaraciones las hizo en medio de un panel de discusión en el Centro de Política Bipartidista el viernes.
El alto ejecutivo recordó cómo era la economía en 1982, con una inflación de alrededor del 12%, la tasa preferencial de alrededor del 21.5% y el desempleo alrededor del 10%, y la deuda rondaba el 35% del producto interno bruto. Señaló que hoy en día, la relación deuda-PIB está por encima del 100% y dijo que se prevé que alcance el 130% para 2035.