La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ha enviado una carta a los pasajeros que estuvieron a bordo de un vuelo de Alaska Airlines, donde se desprendió de un Boeing 737 Max 9 un tapón de la puerta en pleno vuelo, notificándoles que podrían ser considerados “posibles víctimas de un delito”.
En la carta, la oficina del FBI en Seattle, especialista en víctimas, informó a los pasajeros del vuelo 1282 de Alaska que se está llevando a cabo una investigación en curso. Dado el gran número de posibles víctimas en este caso, es probable que no reciban más notificaciones por correo sobre el progreso de la investigación.
El abogado Mark Lindquist, representante de los pasajeros del vuelo, compartió una copia de la carta del 19 de marzo al medio estadounidense FOX Business. En ella, el FBI aseguró a los pasajeros que se les brindarán servicios de asistencia como parte del Programa de Asistencia a las Víctimas del FBI, pero no proporcionó detalles sobre el estado actual de la investigación.
Lindquist expresó su apoyo a la investigación del Departamento de Justicia, subrayando la necesidad de obtener respuestas, responsabilidad y garantizar la seguridad de los aviones Boeing. Alaska Airlines, por su parte, comunicó a FOX Business que están cooperando plenamente con la investigación, aunque no creen ser el objetivo principal de la misma.
Este desarrollo llega después de que el Departamento de Justicia iniciara una investigación criminal sobre el incidente de enero, cuando un tapón de la puerta se desprendió en pleno vuelo, dejando un enorme agujero en el costado del Boeing 737 Max 9 a 16.000 pies de altura. El Departamento de Justicia ha contactado a algunos pasajeros y miembros de la tripulación, según informes de The Wall Street Journal.
En medio de estas investigaciones, una auditoría federal reveló más de 30 fallas en las operaciones de Boeing, incluidas áreas de incumplimiento tanto en Boeing como en Spirit AeroSystems, que produce piezas de los fuselajes Max. Estos hallazgos han llevado a cuestionamientos sobre la cultura de seguridad en Boeing, con el administrador de la FAA, Michael Whitaker, enfatizando la necesidad de priorizar la seguridad y la calidad sobre la producción en la empresa.
El FBI y Boeing han declinado hacer comentarios adicionales sobre la situación en curso.