Boeing se ha visto envuelto en controversia después de que uno de sus ingenieros hiciera públicas acusaciones sobre presuntas prácticas cuestionables en la producción de los aviones 787 Dreamliner y 777. La empresa ha defendido enfáticamente la calidad y seguridad de sus aviones, refutando las afirmaciones de que los métodos de ensamblaje podrían comprometer la vida útil de las aeronaves.
El denunciante, Sam Salehpour, ha acusado a Boeing de tomar “atajos” para acelerar la producción, lo que según él, ha resultado en una tensión excesiva en las articulaciones de los aviones. Sin embargo, Boeing ha negado estas acusaciones, calificándolas de “inexactas”, y ha reiterado su compromiso con la seguridad de sus aviones.
Salehpour está programado para comparecer en una audiencia en el Senado, junto con otros denunciantes y expertos en seguridad, en la que se examinará la cultura de seguridad de Boeing. Estas acusaciones surgen en un momento delicado para la compañía, que enfrenta escrutinio por un incidente en enero en el que un tapón de la puerta de un avión 737 Max de Alaska Airlines explotó, poniendo en peligro a los pasajeros.
En respuesta a las acusaciones, Boeing ha destacado las rigurosas pruebas de estrés y seguridad a las que somete a sus aviones, incluyendo pruebas equivalentes a 165,000 ciclos de vuelo en diferentes condiciones. La empresa también ha enfatizado que las afirmaciones de Salehpour se centran en pequeños espacios en las articulaciones del fuselaje de carbono del 787, y ha asegurado que estas cuestiones no representan un riesgo para la seguridad de las aeronaves.
Boeing ha suspendido previamente las entregas del 787 debido a problemas de espaciado en algunas partes del fuselaje, pero ha afirmado que estos problemas no afectan la integridad estructural de la aeronave. La empresa ha reiterado que las represalias contra el denunciante están estrictamente prohibidas y que está cooperando plenamente con la investigación de la FAA sobre las acusaciones.
La empresa enfrentará preguntas sobre estos temas cuando presente sus resultados trimestrales en abril, lo que seguramente generará un mayor escrutinio sobre su gestión de la seguridad y la calidad en la producción de sus aviones.