El S&P 500 sufrió su quinto día consecutivo de pérdidas, marcando su racha más larga de declives desde octubre pasado. El índice cayó un 0.22% a 5,011,12, mientras que el Nasdaq Composite perdió un 0.52% a 15,601.50, y el promedio industrial Dow Jones subió ligeramente un 0.06% a 37,775.38, cerrando justo por encima de su línea plana para 2024.
A lo largo de la semana, el S&P 500 y el Nasdaq han registrado caídas constantes, con el S&P 500 experimentando su primera racha de pérdidas de esta duración desde octubre y el Nasdaq enfrentando su racha negativa más larga desde enero. El Nasdaq ha caído más de un 3% esta semana, principalmente debido a las dificultades de las acciones tecnológicas, y está en camino de su cuarta semana consecutiva a la baja, la más larga desde diciembre de 2022.
Estos movimientos se producen en un segundo trimestre desafiante para Wall Street, con los tres índices principales cayendo en abril. La preocupación por la inflación y la política monetaria de la Reserva Federal ha contribuido a esta tendencia.
En medio de esta volatilidad, los inversores están atentos a los informes corporativos, que hasta ahora han sido en su mayoría positivos. Más del 12% de las empresas del S&P 500 han presentado resultados, con el 73% superando las expectativas de Wall Street.
Además, se observa un aumento de las señales de sobreventa en el mercado, lo que indica una mayor volatilidad y preocupación entre los inversores.
A medida que Wall Street navega por estos desafíos, los analistas también están destacando oportunidades específicas, como las acciones de United Airlines, que podría ser considerada como un “refugio seguro” por estas semanas en medio de un entorno incierto.