El Junior Achievement Free Enterprise Center en Greenwood Village, Colorado, es un espacio dedicado a que los estudiantes de secundaria exploren carreras y desarrollen planes para alcanzar sus metas, inspirando así a la próxima generación de emprendedores.
Según la Encuesta sobre la Fuerza Laboral de CNBC y SurveyMonkey, más de la mitad de los adultos de la Generación Z expresan que serían más felices siendo dueños de su propio negocio que trabajando en un empleo convencional. Esto refleja un creciente interés en el espíritu empresarial entre los jóvenes.
Robin Wise, presidente y director ejecutivo de Junior Achievement Rocky Mountain, destaca la importancia de observar a otros en roles que te interesan y de conocerte a ti mismo para encontrar tu camino hacia el propósito. En asociación con Junior Achievement, CNBC organizó un evento en el área de Denver donde líderes empresariales compartieron sus experiencias fundando empresas con estudiantes, brindándoles así inspiración y orientación para seguir sus propios caminos empresariales.
Este enfoque en el espíritu empresarial entre los jóvenes es crucial para el futuro económico y social. Al fomentar la mentalidad empresarial desde una edad temprana, se pueden cultivar habilidades como la creatividad, la innovación y la toma de decisiones, que son fundamentales para tener éxito en un mundo empresarial cada vez más competitivo y cambiante.
Alentando a los jóvenes a seguir sus pasiones y a trabajar en lo que realmente los motiva, se puede construir una generación de líderes y emprendedores que contribuyan de manera significativa al progreso y desarrollo de la sociedad.
Aquí hay cinco consejos clave que compartieron:
‘Abraza lo que te hace diferente’
Darian Simon fundó la empresa de ropa Be a Good Person en 2015 con el objetivo de inspirar positividad y aconsejar a los jóvenes que acepten lo que los hace diferentes. A los 28 años, le diagnosticaron autismo y TDAH, trastornos que ahora abraza como sus superpoderes. A los 30 años, Simon considera que su neurodivergencia es su mayor fortaleza, ya que le permite idear de manera más libre al tener menos inhibiciones en su cerebro. Para él, las etiquetas de “trastorno” no limitan su capacidad creativa, sino que la potencian al permitirle pensar fuera de la caja de una manera única y original.
Adaptabilidad del valor
Robin Thurston vendió su empresa de tecnología de fitness a Under Armour por $150 millones en 2013 y luego fundó Outside Interactive, una red de marcas de medios deportivos y saludables. Thurston compara iniciar un negocio con emprender una caminata difícil, destacando la importancia de aceptar lo desconocido, reconocer que las cosas rara vez salen según lo planeado y superar las dificultades. Para él, los grandes empresarios son resilientes y encuentran su camino a través de los desafíos. Este enfoque sugiere que la mentalidad y la actitud son fundamentales para el éxito empresarial, ya que enfrentar lo desconocido y superar las dificultades son elementos clave en el viaje emprendedor.
Reconocer los desafíos ‘como oportunidades’
Camila Uzcategui cofundó Vitro3D en 2020, una empresa que emplea tecnología similar a la impresión 3D en espacios de fabricación avanzada. Su formación en física y su interés en experimentar con tecnología le han enseñado el valor del fracaso. Uzcategui ve los desafíos como oportunidades para explorar nuevas direcciones o para comprender mejor las situaciones, lo que resalta su enfoque resiliente y su mentalidad de aprendizaje continuo en el mundo empresarial.
Espere excelencia de su equipo
Mowa Haile fundó Sky Blue Builders en 2009, durante la Gran Recesión, una empresa de construcción que destaca la importancia de rodearse de personas apasionadas y de esperar siempre la excelencia de ellos. Haile enfatiza que como emprendedor, parte de su rol es entrenar, guiar y motivar a su equipo, lo que subraya su enfoque en el liderazgo y la formación de un equipo comprometido con los más altos estándares de calidad y rendimiento.
Rodéate de las personas adecuadas
Lara Merriken, con una trayectoria en trabajo social, fundó Larabar en el año 2000, una empresa pionera en barras veganas, sin gluten y de origen vegetal. A pesar de las críticas iniciales y las dudas de otros sobre su incursión en una categoría aparentemente saturada, ella atribuye parte de su éxito a identificar y colaborar con personas de confianza que la apoyaron y alentaron en su emprendimiento. Esta red de apoyo fue fundamental para superar los desafíos iniciales y llevar a la empresa al éxito.
Merriken vendió Larabar a General Mills en 2008 por unos 55 millones de dólares, destacando la importancia de aprender de las historias de otros emprendedores para mantenerse inspirado y motivado en el camino empresarial. Este enfoque en el aprendizaje continuo y la búsqueda de inspiración externa resalta la mentalidad emprendedora de ella, que valora la adaptabilidad y la búsqueda constante de nuevas ideas como clave para el éxito empresarial.