Existen seis aspectos clave que se pueden fortalecer como “músculos mentales”:
- Confianza.
- Fortaleza.
- Audacia.
- Toma de decisiones.
- Enfoque en objetivos.
- Mostrarse comprometido y mantener una mentalidad positiva.
Estos “músculos mentales” se pueden fortalecer con práctica y enfoque intencional. Realizar repeticiones mentales siendo consciente de lo que dices a los demás y a ti mismo, puede ayudar a desarrollar estas habilidades.
Luego de años, debates y estudios, expertos en la materia coinciden que si te dices a ti mismo o a los demás estas seis frases con regularidad, eres mentalmente más fuerte que la mayoría:
Soy suficiente
A menudo nos comparamos con otros y eso nos hace sentir mal. Pero nuestras diferencias pueden ser buenas y lo importante es compararnos con quiénes éramos antes. Si estamos creciendo, eso es lo que importa. Las personas fuertes mentalmente recuerdan esto para sentirse seguras.
¿Qué posibilidades presenta este revés?
Fortaleces tu mente cuando te enfocas en las oportunidades que surgen de los momentos difíciles en lugar de quedarte atascado en las limitaciones. Las personas fuertes mentalmente se concentran en lo que todavía tienen y en las posibilidades que se abren ante ellos, en lugar de lamentarse por lo que han perdido, como tiempo, dinero o confianza.
¿Me estoy permitiendo soñar en grande?
Las personas mentalmente fuertes piensan a lo grande y animan a otros a hacer lo mismo. A menudo, nos cuesta hacerlo porque estamos ocupados con nuestras responsabilidades diarias y nos decimos a nosotros mismos que las cosas grandes solo les suceden a otros. Sin embargo, para desarrollar audacia, debemos permitirnos soñar en grande y creer que también podemos lograr grandes cosas. Pensar a lo grande y ser audaz nos ayuda a mejorar y tener éxito.
¿Cuál es el coste de la indecisión?
Las personas mentalmente fuertes destacan por su capacidad de decisión. No se angustian por las consecuencias de una decisión equivocada ni se paralizan por el miedo a tomarla. Entienden que retrasar una decisión puede tener costos y recuerdan la frase de un famoso cantante de rock: “Si eliges no decidir, aun así has tomado una decisión”. La indecisión puede ser costosa, aumentando plazos y costos, y agotando recursos al seguir caminos paralelos.
¿Estoy controlando lo controlable?
La fuerza mental está estrechamente relacionada con el éxito en la consecución de objetivos. Para alcanzarlos, es crucial mantenerse enfocado en ellos. Desviarse del camino ocurre cuando nos preocupamos demasiado por cosas que no podemos controlar. Para contrarrestar esto, es útil realizar una “verificación de control”. Consiste en crear una tabla con dos columnas: una para listar los obstáculos que te preocupan y que podrían obstaculizar tus metas, y otra para identificar los contratiempos que puedes controlar. En la columna de “Sistemas”, se detallan los procesos y estructuras que puedes implementar para superar los desafíos controlables, manteniendo el enfoque en lo que sí puedes manejar.
No tengo que hacer esto; Yo puedo hacer esto
Cambiar una sola palabra puede desencadenar la gratitud y revitalizarte cuando las demandas laborales te agobian. Por ejemplo, en lugar de decir “tengo que hacer esto” en referencia a tareas que ya no disfrutas, puedes decirte a ti mismo “puedo hacer esto”. Esto cambia la perspectiva y te ayuda a ver las oportunidades en vez de las obligaciones. Este enfoque fortalece tu mentalidad al recordarte las partes positivas de tu trabajo, como ser orador o escritor, llevando contigo esa energía positiva y alegría durante todo el día.