El director ejecutivo de Nike, John Donahoe, se enfrenta a una situación crítica según los últimos acontecimientos.
Desde su llegada en enero de 2020, él ha visto disminuir la confianza de Wall Street debido a los resultados financieros decepcionantes de la compañía. La empresa de ropa deportiva recientemente anunció que esperaba una caída del 10% en las ventas del trimestre actual, una cifra mucho peor de lo proyectado por los analistas, y anticipa que las ventas para el año fiscal 2025 disminuirán en lugar de crecer como se esperaba anteriormente.
Este panorama sombrío provocó una caída del 20% en las acciones de Nike, marcando su peor día de negociación desde que salió a bolsa en 1980 y reduciendo su capitalización de mercado en aproximadamente $28 mil millones.
Al menos seis bancos de inversión rebajaron la calificación de las acciones de Nike, y algunos analistas, como los de Morgan Stanley y Stifel, expresaron dudas significativas sobre la dirección de la empresa.
Jim Duffy, analista de Stifel, destacó que la guía revisada para el año fiscal 2025, la quinta revisión a la baja en seis trimestres, plantea dudas sobre la capacidad de Nike para recuperar el crecimiento hasta al menos la primavera de 2025. Duffy también señaló que la credibilidad de la dirección de la empresa está en entredicho, y la posibilidad de cambios en el liderazgo añade más incertidumbre al futuro de Nike.