Nvidia ha experimentado un crecimiento impresionante, logrando un cuarto trimestre consecutivo con ingresos de tres dígitos y superando las expectativas de Wall Street tanto en ganancias como en ingresos.
La empresa anunció un ambicioso plan de recompra de acciones por $50 mil millones de dólares, lo que subraya su fortaleza financiera y confianza en su futuro. Sin embargo, a pesar de estos resultados positivos, las acciones de la compañía cayeron un 7% en las operaciones extendidas, lo que refleja la volatilidad inherente a la compañía.
El éxito de Nvidia está estrechamente ligado al auge de la inteligencia artificial, lo que ha elevado su capitalización de mercado a $3 billones de dólares, un valor que ha superado a casi todas las empresas públicas, excepto Apple. Durante el último año, la empresa experimentó un aumento del 122% en ingresos, superando los $30 mil millones de dólares, y proyecta un crecimiento adicional del 80% en el período actual, lo que la posiciona muy por encima de las expectativas del mercado.
La demanda de sus unidades de procesamiento gráfico (GPU), esenciales para la inteligencia artificial, sigue siendo fuerte. Nvidia también anticipa ingresos significativos de su nueva tecnología Blackwell, aunque reconoce que la demanda supera la oferta.
En cuanto a los márgenes brutos, Nvidia reportó una ligera disminución, lo que podría preocupar a algunos inversores. El margen bruto se situó en 75.1%, una baja respecto al 78.4% del trimestre anterior, aunque sigue siendo significativamente superior al de años anteriores. Para todo el año, la empresa espera que su margen bruto se mantenga en el rango medio del 70%, lo que está en línea con las expectativas de los analistas.
Durante la conferencia de resultados, el CEO Jensen Huang destacó que la tecnología de Nvidia está desplazando a los procesadores tradicionales y que la inteligencia artificial generativa jugará un papel crucial en la codificación futura. Huang subrayó que las empresas que invierten en la infraestructura de Nvidia están viendo retornos inmediatos, lo que refuerza la posición de la compañía como líder en el campo de la inteligencia artificial.
Sin embargo, invertir en Nvidia implica aceptar una volatilidad significativa. A pesar de alcanzar un récord en junio, la compañía perdió casi el 30% de su valor en las semanas siguientes, aunque ha recuperado gran parte de esas pérdidas. Esta volatilidad se debe en parte a la dependencia de Nvidia de un pequeño grupo de clientes, lo que podría aumentar el riesgo a medida que las inversiones en inteligencia artificial se intensifican.