La Reserva Federal de EE. UU. recortó su tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, llevando el rango objetivo a 4.50%-4.75%.
Este es el segundo recorte consecutivo, aunque de menor magnitud que el anterior, en un esfuerzo por apoyar el mercado laboral y controlar la inflación. La decisión fue tomada de forma unánime, reflejando una visión de mayor equilibrio en los riesgos de empleo e inflación.
Las tasas de interés más bajas buscan influir en los instrumentos de deuda de consumo, como hipotecas y préstamos, y los mercados reaccionaron positivamente, con el Nasdaq y el S&P 500 alcanzando máximos históricos. En su conferencia de prensa, el presidente de la FED, Jerome Powell, explicó que esta “recalibración” de la política monetaria pretende mantener la economía sólida mientras la inflación se acerca al objetivo del 2%.
La FED enfrenta un entorno económico y político cambiante. La reciente elección de Donald Trump podría significar cambios en políticas fiscales y comerciales que impacten en la inflación y el crecimiento. Aunque Powell aseguró que la nueva administración no afectará las decisiones de la Reserva Federal, algunos analistas creen que el dinamismo económico del gobierno entrante podría reducir la necesidad de futuros recortes.
Para los próximos meses, se espera que la FED realice un recorte adicional en diciembre y haga una pausa para evaluar el impacto de sus políticas. La meta es lograr un “aterrizaje suave” de la economía, donde la inflación disminuya sin causar una recesión, un desafío en un contexto de presiones de mercado y ajustes económicos.