El presidente electo Donald Trump ha anunciado la designación de Chris Wright, director ejecutivo de Liberty Energy, como su elección para liderar el Departamento de Energía.
Wright, conocido defensor de los combustibles fósiles y crítico de las políticas climáticas, asumirá un papel clave en la administración entrante, marcada por su énfasis en maximizar la producción de petróleo y gas.
Wright, quien fundó Liberty Energy en 2011, se ha destacado como una figura combativa en la industria del petróleo y gas. Ha cuestionado abiertamente las políticas climáticas actuales y calificado la narrativa del cambio climático como alarmista. Famoso por gestos provocativos, como beber líquido de fracturación hidráulica para demostrar su seguridad, Wright promete liderar el Departamento de Energía hacia una agenda centrada en los hidrocarburos y la independencia energética de Estados Unidos.
El anuncio se produce en medio de crecientes tensiones sobre el futuro de las políticas climáticas. Wright ha expresado su oposición a las iniciativas verdes y ha señalado que los combustibles fósiles son esenciales para el desarrollo global. Según Trump, Wright también será miembro del Consejo Nacional de Energía, encabezado por el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, otro defensor del esquisto.
Aunque el Departamento de Energía no regula directamente la producción de petróleo, supervisa proyectos clave como las exportaciones de gas natural y el manejo del arsenal nuclear. La designación de Wright ha despertado controversias, especialmente entre los críticos que ven este nombramiento como un retroceso en los esfuerzos climáticos iniciados por la administración Biden.
Con esta elección, Trump reafirma su compromiso con una agenda energética tradicional, enfrentando a un sector energético en transformación con posturas que desafían las tendencias globales hacia fuentes renovables.