El mundo de las criptomonedas ha alcanzado un hito histórico en las recientes elecciones estadounidenses, con la llegada de un Congreso que se perfila como el más favorable a esta industria en toda su historia. Este cambio se atribuye a una estrategia agresiva de cabildeo y financiamiento electoral liderada por figuras clave del sector tecnológico y cripto, como los hermanos Winklevoss y Brian Armstrong, CEO de Coinbase.
Entre los logros destacados está la elección de Bernie Moreno, un empresario de Ohio sin experiencia política significativa hasta su campaña al Senado en 2023. Con un respaldo financiero de $40 millones de dólares provenientes de la industria cripto, Moreno logró desbancar al veterano senador demócrata Sherrod Brown, quien había sido un crítico vocal de las criptomonedas desde su puesto en el Comité Bancario del Senado. Este resultado marcó uno de los escaños clave que ayudaron a los republicanos a recuperar el control de la cámara alta.
La campaña de Moreno no fue un caso aislado. Según datos de la Comisión Federal Electoral, los PAC vinculados al sector cripto recaudaron más de $245 millones de dólares en el ciclo electoral, representando casi la mitad de los aportes corporativos totales. Estos fondos se canalizaron hacia candidatos favorables a las criptomonedas y, de manera estratégica, hacia campañas contra legisladores críticos del sector.
Una de las victorias más simbólicas para la industria fue el anuncio del presidente de la SEC, Gary Gensler, de que se retirará el día de la investidura de Donald Trump, un firme defensor de las criptomonedas durante su campaña. Gensler, conocido por su postura estricta contra empresas como Coinbase y Ripple, será reemplazado por un regulador más favorable al sector, según las promesas del presidente electo.
El impacto del esfuerzo de cabildeo es innegable. Stand With Crypto Alliance, una organización respaldada por Coinbase, ayudó a construir una sólida mayoría pro-criptomonedas en el Congreso, con casi 300 legisladores afines ocupando escaños clave. Este cambio otorga al sector una influencia inédita sobre la agenda legislativa en temas como regulación y expansión de la tecnología blockchain.
“Este es el resultado de una estrategia bien ejecutada: apoyar a quienes promueven la innovación y eliminar a los críticos antes de que se conviertan en obstáculos”, declaró un portavoz de Fairshake, uno de los principales PAC del sector.
Con el precio de Bitcoin en máximos históricos y una estructura legislativa más favorable, la industria cripto se posiciona para avanzar significativamente en los próximos años, consolidando su lugar en la economía global.