El presidente electo Donald Trump reafirmó su postura económica con un anuncio que promete imponer aranceles significativos a las importaciones provenientes de México, Canadá y China. Estas medidas, planteadas poco después de su victoria electoral, buscan abordar problemas como el flujo de migrantes y el tráfico de drogas, según declaró Trump en su plataforma Truth Social.
Trump propuso un arancel del 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá, además de un 10% adicional para las importaciones de China. Aunque no especificó si las medidas hacia China se aplicarían de inmediato, subrayó que los aranceles permanecerán hasta que se detenga la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
Este plan podría alterar significativamente el acuerdo comercial T-MEC, que en 2022 facilitó un comercio de bienes y servicios valorado en $1.8 billones de dólares. Economistas y analistas han advertido que estas medidas podrían elevar los precios para los consumidores estadounidenses, mientras que los socios comerciales, especialmente México y Canadá, ya han manifestado su preocupación. El gobierno canadiense destacó su estrecha relación comercial con Estados Unidos, señalando que es el principal proveedor de petróleo para el país.
La industria y los legisladores se encuentran divididos ante la propuesta. Grupos pro-aranceles, como la Coalición para una América Próspera, aplaudieron el anuncio como una señal del compromiso de Trump con su agenda económica. Sin embargo, críticos como el senador demócrata Brian Schatz advirtieron sobre un impacto negativo en los costos de bienes cotidianos para las familias estadounidenses.
El comercio con México, Canadá y China representa cerca del 42% de las importaciones estadounidenses, lo que subraya la importancia de estas relaciones. Además, expertos advierten que las economías de México y Canadá podrían sufrir severas consecuencias si estas medidas se implementan. Mientras tanto, el peso mexicano mostró una caída frente al dólar tras las declaraciones de Trump.
China, que enfrenta tensiones con Estados Unidos por el suministro de precursores químicos utilizados en la producción de fentanilo, también expresó su preocupación por los aranceles. Beijing defendió la naturaleza mutuamente beneficiosa del comercio entre ambas naciones, mientras que funcionarios estadounidenses han señalado la insuficiente regulación del sector químico en China como un factor clave en la crisis de opioides.
Los aranceles anunciados reflejan la continuidad de una estrategia económica nacionalista que marcó el primer mandato de Trump, pero también presentan desafíos significativos para las relaciones comerciales y la estabilidad económica global.