La inflación en Estados Unidos mostró un leve aumento en octubre, según datos publicados por el Departamento de Comercio, mientras la Reserva Federal analiza sus próximos pasos en la política monetaria.
El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), preferido por la FED para medir la inflación, subió un 0.2% mensual y alcanzó un 2.3% anual, en línea con las proyecciones del mercado. Este resultado supera el 2.1% registrado en septiembre.
Excluyendo alimentos y energía, la inflación subyacente avanzó un 0.3% mensual y un 2.8% anual, también cumpliendo con las expectativas. Estos datos reflejan una presión inflacionaria moderada, impulsada principalmente por el aumento del 0.4% en los precios de servicios, mientras que los bienes y la energía mostraron ligeros descensos del 0.1%.
A pesar de estos incrementos, los mercados financieros reaccionaron de manera mixta. El Dow Jones Industrial Average subió cerca de 100 puntos, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq cerraron en negativo. Los rendimientos de los bonos del Tesoro, por su parte, cayeron, reflejando expectativas de futuros recortes en las tasas de interés.
El gasto de los consumidores, otro indicador clave, creció un 0.4% en el mes, mientras que los ingresos personales aumentaron un sólido 0.6%, superando las previsiones del 0.3%. Sin embargo, la tasa de ahorro personal descendió al 4.4%, su nivel más bajo en 10 meses.
Estos resultados refuerzan la confianza en que la inflación está encaminándose hacia el objetivo del 2.0% de la FED. Sin embargo, persisten desafíos, especialmente en el costo de la vivienda, que continúa aumentando un 0.4% mensual, y en los efectos acumulativos que han golpeado a los consumidores con menores ingresos.